Uno de los integrantes del triunvirato de la CGT, Juan Carlos Schmid, advirtió ayer que los empresarios "se comprometieron" a discutir el pago de un bono mínimo de 2.000 pesos a fin de año para los trabajadores del sector privado y consideró que "tienen que ser honestos" y "abrir la billetera".
El dirigente intentó meter presión a las cámaras empresarias, muchas de las cuales se apresuraron a avisar que no estaban en condiciones de pagar un extra salarial. Pese a que el Grupo de los Seis, que nuclea a las principales entidades patronales, firmó el acuerdo con la central obrera, sectores del comercio, la industria textil, prestadoras de salud y organizaciones que representan a las pymes dijeron que no podían abonarlo.
El titular del Sindicato de Dragado y Balizamiento admitió, de hecho, la posibilidad de que el bono no alcance a todos los trabajadores privados al señalar que "las obligaciones en este país son relativas".
A su vez, el triunviro Héctor Daer señaló que el convenio firmado entre el gobierno nacional, empresarios y la CGT en la primera Mesa de Diálogo Social "no está armado para que haya empresarios que se fundan" y aseguró que "si no se cumple van a existir problemas".
El dirigente destacó la labor que vienen realizando "los compañeros de UPCN para avanzar en una cifra en el sector público de la administración central".
Despidos. Schmid adelantó además que en la próxima negociación con los funcionarios nacionales, que será en noviembre, el sector sindical va a "insistir en que se suspendan los despidos y que también se dejen de aplicar las suspensiones, por lo menos por un plazo de 90 días".
Igual, el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, advirtió que "de ninguna manera" el gobierno nacional está contemplando la posibilidad de impulsar "una ley o un decreto" con la finalidad de garantizar la estabilidad laboral durante los próximos tres meses.
Desde el sindicalismo, el jefe de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Hugo Cachorro Godoy, consideró "preocupante" que el gobierno descarte garantizar la estabilidad laboral.
Inflación. Por su parte, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, aseguró que el bono que negociarán trabajadores y empresas servirá para que las paritarias de 2017 se negocien a partir de la inflación registrada desde enero próximo.
"Hablamos de cerrar el 2016 para que la paritaria del año entrante refleje la inflación a partir de enero, febrero y marzo, y no como fue este año, que llevaron el arrastre de la inflación anterior", estimó.
El titular de la cartera laboral aseguró que esa intención fue apoyada por la CGT, al apuntar que "quedó manifestado en el acta firmada" en la reunión con las cámaras empresarias.