El director de cine y televisión Juan José Campanella envió una carta que fue leída en el acto que encabezó el presidente de la Nación, Mauricio Macri, en el Club Juventud Unida de Llavallol, cuando se anunció la extensión de la tarifa social de electricidad a los clubes de barrio.
El texto de Campanella decía lo siguiente:
"Buenos días a todos. En el año 2002 tuve la oportunidad de conocer al Club Juventud Unida de Llavallol. En un momento desesperante para el país, en ese club vi otra Argentina. Una Argentina que peleaba, que se miraba cara a cara con el infortunio y que aún así no bajaba los brazos. Y que lo hacía como lo hacen los verdaderos héroes, sin esperar recompensa ni reconocimiento, a puro corazón. Ese mismo día decidimos dar a conocer este club a un país que lo ignoraba. El enorme eco que encontró «Luna de Avellaneda» nos hizo saber que había cientos de clubes en todo el país en la misma situación.
"Entonces, como ahora, el gran problema eran los gastos. Cuotas exiguas, y enormes gastos de mantenimiento impedía que los clubes pudieran convertirse en una opción competitiva frente a otras formas de entretenimiento. Pero los clubes son mucho más que entretenimiento. Son comunidad. Son lugares de contención, y en muchos casos, la única opción que tiene un chico frente a la calle. Pero sobre todo son lugares de pertenencia. Uno no es cliente de un club. Es socio, es familia, es defensor de esos colores. Un chico sin familia, sin lugar de pertenencia es presa fácil de los encantadores de serpientes que los usan para su provecho.
"Como todo cambia, quizás también deba reevaluarse la función de los clubes en una sociedad que sufrió muchos cambios a lo largo del último siglo. En aquellos años eran lugares en donde se reunían las familias. Hoy, muchas veces el Club reemplaza a la familia.
"Hace poco conocí la cooperativa La Juanita, de Toty Flores. Preguntando a la gente que la ayudaba porqué ese tipo de emprendimiento no se multiplicaba, me respondieron: «Hacen falta muchos Totys». Bueno. Están. Están en las comisiones de los clubes, cuyo único objetivo es servir a las familias y a los chicos. Tirarles una mano, ayudarlos para que desarrollen esa urgencia y vocación de servicio es tarea del Estado.
"Para finalizar, recuerdo una charla con Carlos Veliz, el vocal principal de la Comisión Directiva en aquel momento. Hablando de su firme negativa a ser manipulado por los poderes políticos de turno, me aclaró en una frase llena de sabiduría: «Nosotros no somos apolíticos. Somos apartidarios».
"Se agradece desde el corazón todo lo que el Estado pueda ofrecer para entronizar estos lugares de convivencia. Que el Estado ayude a que florezcan y se multipliquen. Que cumplan una función social, que ayuden a sacar chicos de la calle, que les den un lugar de pertenencia, un lugar al que amar. Y digo «el Estado», así, apartidariamente, no por desagradecimiento al presidente de la Nación aquí presente, sino desde el más profundo deseo de que los clubes cada vez tengan más una función política, y sigan siendo firmemente apartidarios.
"Agradezco personalmente al presidente de la Nación, Mauricio Macri, por toda la ayuda que pueda brindar, a Iris Pardal y al venerable y querido Don Raúl Duhalde, pilares del Juventud Unida, a las Comisiones de todos los clubes del país, a los chicos y familias que los mantienen vivos, y a todos aquellos que buscan, desde hace años, contestar la pregunta con que terminaba Luna de Avellaneda: «¿Cómo se hace un club nuevo?». Muchas Gracias".