Silvina Gvirtz es una especialista precedida de una extensa carrera en el ámbito académico. De reconocida trayectoria en el campo educativo, se desempeña hoy como ministra en el gabinete bonaerense de Daniel Scioli. Entiende que el país debe avanzar hacia una mayor “justicia educacional” y rescata las políticas nacionales como el Plan Conectar Igualdad y la Asignación Universal por Hijo (AUH). De esta última, dice que “garantizó la inclusión de más estudiantes en el secundario” y que permitió que hoy tengamos “primera generación de chicos que se gradúan” en la escuela media.
En rigor, su cargo es el de Directora General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, un puesto que para Gvirtz representa “todo un desafío”. Pero el paso de la academia al “barro” de la gestión pública no sucedió de un día para el otro. “Fue más bien una transición, porque hace muchos años que vengo haciendo trabajo social de ayuda y acompañamiento en escuelas carenciadas”, apunta la pedagoga a La Capital.
Doctora en educación, directora de la especialización y maestría en educación de la Universidad de San Andrés, e investigadora del Conicet, son algunos de los datos que se destacan de su currículum. También dirigió el Proyecto Escuelas del Bicentenario del IIPE / Unesco, investigando temas como la repitencia y su impacto en la justicia educacional.
Precisamente este es uno de los desafíos que nombra como centrales para el país en materia de enseñanza y aprendizaje: “Justicia educacional es ofrecer una educación para todos y cada vez mejor. Que los chicos aprendan cada día más”.
También destaca cuando hace dos años fue convocada para formar arte del equipo de trabajo de Conectar Igualdad, el plan que proyecta entregar tres millones de netbooks en las escuelas secundarias.
Sostiene que es central el acercamiento de las nuevas tecnologías a los alumnos en las aulas, pero aclara: “Para formar a un chico no es la computadora o el libro, sino la computadora y el libro”.
Junto a la entrega de netbooks en las escuelas, la ministra bonaerense señala como sustancial el impacto de la Asignación Universal por Hijo, otra política del gobierno nacional también sostenida con fondos de la Ansés. Para la pedagoga, esta medida “garantizó la inclusión de cada vez más estudiantes en el secundario”. Por eso también, a la hora de desglosar los ejes de su trabajo, se encarga de remarcar que “forma parte del proyecto nacional y el de la provincia de Buenos Aires”.
Agenda educativa. De cara al inicio del ciclo lectivo 2012, Gvirtz anticipa algunos ítems de su gestión en la vecina provincia de Buenos Aires, y cuestiona mitos de la educación argentina.
—Una reciente investigación señala que hay padres que antes mandaban sus hijos a escuelas públicas, y que ahora los anotan en colegios privados. ¿Cuál es su mirada?
—Es cierto que en épocas de bonanza económica esto es así, porque algunos padres sienten que pueden darles algo mejor a sus hijos. Pero esto parte de cierto mito respecto de que la enseñanza privada sería mejor que la pública. Pero desde ya que esto no es así. Lo que pasa es que son mitos instalados.
—¿Como el de la educación chilena, que los alumnos sacaron a la luz sus falencias?
—Bueno, ese es un buen ejemplo. En los noventa Chile era como el modelo a seguir, y las movilizaciones de los estudiantes del año pasado y las de los pingüinos en 2006 mostraron que no era tan así.
—¿Qué cambios cree necesarios tomar en la estructura escolar?
—Hay un tema central que es el del preceptor. Porque en la estructura de hoy vos tenés al profesor de matemática, de lengua, de biología, etcétera, pero nadie mira al chico transversalmente. Hay algunos cargos para profesor tutor, pero faltan. Y el preceptor sí es el que mira al chico integralmente. Por eso uno de los desafíos que vamos a encarar es la revisión de su rol.
—¿Y respecto del abandono y los alumnos repitentes?
—Sobre ese punto hay una medida que se implementó el año pasado, que es la de la tercera oportunidad. Porque como a los chicos que se llevan tres materias después de marzo teóricamente repiten, lo que hacemos es permitirles que elijan una de esas tres previas y prepararla en una semana. Se les toma un examen, y si lo aprueban pasan con dos previas. Son medidas que van flexibilizando un plan de estudios que viene muy signado por las necesidades de otro momento.
—Ernesto Villanueva, rector de la universidad de Florencio Varela, dice que en el conurbano se ven primeras generaciones de ingresantes a la Universidad. ¿Nota ese fenómeno?
—Exactamente eso es así. Y es un orgullo para todos los argentinos, porque también hay primera generación de chicos que están terminando la secundaria. Cada vez hay más estudiantes que se gradúan, y entonces hay más demanda de estudios superiores, universitarios y no universitarios.
—¿Cómo debería ser esa articulación para que no sea la Universidad la que los termine expulsando?
—Estamos creando una unidad de relación con las Universidades, porque creemos necesaria la cooperación entre el sistema educativo en general y la Universidad. Para fomentar por un lado una mayor relación entre ambos, y para que los
docentes puedan recibir actualizaciones en Universidades aledañas a donde viven. Que se investigue en las facultades sobre el sistema educativo, para contar con mayor información la hora de la toma de decisiones
Para armar la propia biblioteca
Entre los planes inmediatos en la gestión bonaerense, Gvirtz anticipa que para la primera quincena de marzo comenzará la entrega de 4 millones libros para alumnos de la primaria y de las salas de 5 años del jardín, a fin de que cada chico vaya armando su biblioteca personal.
"Nos parece central la lectura, porque en los operativos nacionales, si bien hay una tendencia a la mejora en la calidad, muestran que lengua es el área que menos avanzó", explica. Y agrega: "Para formar a un chico no puede ser la computadora o el libro, sino la computadora y el libro. Es muy importante la convivencia entre ambos". En el caso de las secundarias, recuerda que los estudiantes tienen en las netbooks de Conectar Igualdad una biblioteca universal con miles de títulos.
"También vamos a profundizar la capacitación docente para que puedan manejar con solvencia esos programas, y puedan aprovecharlos como herramienta didáctica en las clases", agrega Gvirtz.