La candidata Keiko Fujimori conserva una sólida ventaja en intención de voto sobre Pedro Pablo Kucyznski a una semana de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales peruanas, al conocerse ayer los últimos sondeos que estarán disponibles para la opinión pública. En una medición de la firma Ipsos mediante la técnica de simulacro (en la que un grupo de personas representativas vota como si fuera el 5 de junio), Fujimori aventaja al liberal Kuczynski por un 53,1 por ciento en votos contra un 46,9 por ciento. En un trabajo similar de la firma CPI, la ventaja es de un 54,8 por ciento contra un 45,2. La ventaja de Fujimori se ha acentuado en estas últimas semanas, y casi todos creen que ganará con cierta holgura el próximo domingo.
Durante la semana, las otras dos firmas tenidas en cuenta para las evaluaciones, GfK y Datum, también encontraron ventajas para la líder del partido Fuerza Popular de seis y cuatro puntos porcentuales, respectivamente.
A partir de hoy está prohibida la publicación y difusión de sondeos en cualquier medio nacional, aunque éstos podrán seguir haciéndose y transmitiéndonse por canales reservados, como por ejemplo el correo electrónico. El sistema hace que en la semana previa a los sondeos haya muchas especulaciones y circulen datos falsos.
Los expertos coinciden en que todo apunta a que Fujimori, de 41 años, hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori, será elegida presidenta para el período 2016-2021, pese a abundantes denuncias contra ella, sus principales colaboradores y el sector fujimorista en general. Incluso parece que esta "campaña" ha logrado reforzar a Fujimori y sus partidarios, en una reacción de los sectores populares que perciben un sesgo informativo contra su favorita.
El éxito de "Keiko", como se la llama en todo Perú, obedece a su mayor capacidad para conectarse con el electorado que el bastante seco y muy técnico Kuczynski, así como a sus permanentes recorridos por el país, a los recuerdos positivos del gobierno del padre (1990-2000), que estableció el modelo económico aún vigente en Perú, y a la habilidad para presentar las denuncias, aunque estén sustentadas, como "persecuciones" y "campañas".
Eso, señalan los expertos, contrasta con Kuczynski, de 77 años, que carece de vitalidad, de carisma, de facilidad para demostrar sus sólidos conocimientos técnicos y de cintura para eludir el ataque y que incluso ha dejado dudas sobre sus deseos de triunfo.
Por otro lado, las posturas que ha tenido siempre Kuczynski en favor de un capitalismo sin límites le han dificultado captar a la izquierda. Sus votantes están entre el centro y la derecha moderada, habitualmente hostiles al fujimorismo, caracterizado desde la década de 1990 por el autoritarismo, la corrupción y el clientelismo. Anoche, los candidatos se enfrentaban en el último de dos debates televisados, pero los analistas dan poca opción a que eso cambie las posiciones.
En el primer debate presidencial, hace una semana, Kuczynnki hizo mejores propuestas, pero Fujimori ganó en el ataque personal, que suele tener arraigo en amplios sectores de la población, en especial los de menor formación, en donde, según demuestran todos los sondeos, está su fuerte. Históricamente, el fujimorismo se hizo fuerte en la zona del Gran Lima y en las regiones pobres del interior. Kuczynski, en contraste, colecta votos entre las clases medias y altas urbanas, que ven con una mezcla de horror y rechazo clasista a "Keiko".