Destila optimismo. No altera el timbre de la voz cuando hace foco en la fractura cerrada de tibia derecha que sufrió el jueves pasado ni bien había arrancado el partido ante Atlético Nacional de Medellín, por los cuartos de final de la Copa Libertadores. Javier Pinola pasará hoy por el quirófano y luego deberá afrontar un prolongado período de rehabilitación, que oscilará entre los cuatro y seis meses. "Estoy totalmente confiado y sólo pienso en que mañana (hoy) todo saldrá muy bien", comenzó expresando el defensor segundos después de haber visto por televisión el empate de Central ante Quilmes desde la cama del sanatorio céntrico donde está internado.
"Estoy rebien de ánimo. Apenas tuve que salir ya lo había asumido. Imaginé ahí mismo que me había roto", exterioriza con calma Pinola junto a Ovación mientras un amigo y su hijo le hacen el aguante tras relevar a la familia íntima del Pelado. "Hay que mirar hacia adelante. Y eso hago", confesó sin necesidad de formular preguntas.
—¿Qué pasa por tu cabeza sabiendo que mañana (hoy) vas al quirófano?
—Estoy muy tranquilo. Esperando que pase esto. De hecho, ayer (sábado) ya empecé a trabajar con unos electrodos para que los músculos de la pierna izquierda no se atrofien. La idea es que esté estimulada, sabiendo que la derecha debe estar firme. Sinceramente pienso en arrancar la rehabilitación lo antes posible, pero a la vez respetando los plazos, porque si me apresuro puede llegar a jugarme en contra.
—¿Entonces coincidís con que los jugadores de experiencia no se apuran cuando encaran las rehabilitaciones porque saben que pueden perjudicarse, porque también saben que los tiempos clínicos no se deben alterar?
—Seguro. También es verdad que hay cosas de la naturaleza que uno luego no las puede manejar. Cada organismo es distinto. Acá habrá que ver y esperar luego cómo reaccionará el clavo que me pondrán y ver día a día cómo irá la recuperación. Pero estoy totalmente confiado en que todo saldrá muy bien. Voy a tratar de volver lo más pronto posible, pero sabiendo que no podré errarle.
—¿Entonces tenés bien en claro que te espera un buen tiempo de recuperación?
—Sí, eso lo sé muy bien. Por eso digo que si tengo que estar un mes más haciendo la rehabiliación no me va a cambiar mucho. Aunque en algún momento sé que tendré que manejar el tema de la impaciencia o desesperación por volver a jugar.
—¿Y ya caíste que por esto te vas a perder muchas cosas, como el tema de la selección y la Copa Libertadores?
—Sí, y por eso el llanto cuando pasó lo que pasó. Fue más de impotencia por todo lo que se venía que por el dolor. Se venía el partido ante Atlético Nacional, Central estaba levantando el nivel y estaba esa chance de la selección. Un conjunto de cosas importantes. Aunque luego me dije que debía dejar de pensar en eso y enfocarme en lo que vendrá, porque lo que pasó ya no se podía modificar. Tengo que mirar hacia adelante. Y es lo que estoy haciendo.
—Estás muy positivo. ¿Esa actitud te la dieron los años?
—Siempre fui positivo. Nunca me quedo lamentando lo que me pasa. Trato de pensar en lo que viene y en que salga de la mejor manera nomás. Es la manera que tengo de ser y pensar.
—¿Por eso ya arrancaste a mover la pierna izquierda?
—Sí, soy un cabeza dura también, que ya me puse a mover la otra pierna para que esté estimulada mientras me recupero de la lesión. Pregunto a los kinesiólogos del club qué puedo hacer porque no soy tampoco de quedarme. Quiero recuperarme y volver a jugar otra vez.
"El jueves lo veré por TV en casa desesperado"
"El partido del jueves lo seguiré desde casa si Dios quiere. Estaré desesperado porque sufro mucho estando afuera", sostuvo Pinola sobre el desafío de Central en Medellín ante Atlético Nacional. "¿Qué pasa si van a los penales?, Ahí tendré que mirarlo (no lo hace habitualmente) porque no me quedará otra. Será complicado, pero ojalá que no lleguemos a esa instancia", resaltó el defensor.