Santiago Aysine llega a la redacción de La Capital cansado pero feliz. Recién arribaba de La Plata, pero no de un show de Salta La Banca (su banda, su lugar en el mundo), sino de ver a Paul McCartney. Con sus inseparables chupines, zapatillas y clásico gorrito negro, Santi, como se lo conoce habitualmente, vino a la ciudad para promocionar el show de Salta La Banca, que toca hoy, a las 21, en Vorterix (Salta 3519). La excusa de esta presentación se da en el contexto de la gira de "Eureka!", quizá el mejor disco de la banda hasta ahora, con más de 75 mil descargas online a meses de su lanzamiento digital, además de una alta respuesta del público en formato físico. Pero Santi vive su propia revolución y la traslada a su grupo, que va por más. En charla con Escenario dijo que no le gusta complacer, que no todos recibieron de buena manera la estética de este disco, y que el próximo material de la banda será una bisagra en Salta La Banca. Rock para sacudir cabezas.
"Los discos son radiografías de momentos y ahora estoy luchando contra un montón de cosas que me hicieron muy mal y asumiendo las cosas que no puedo solucionar. Es un momento de mi vida crítico y sé muy bien qué es lo que quiero", lanza, sin dudar, y pensando al detalle cada palabra que dice.
"En principio —detalla— no quiero dejar de trabajar, no quiero abandonar la lucha por la poesía, no quiero abandonar la lucha por la belleza musical, la belleza de la palabra, por el arte. Y cuando hablo de eso, hablo de la integridad artística, no quiero dejar de luchar por eso ni dejar de luchar por el país, ni quiero dejar de decir cosas". Casi como una declaración de principios, pero dicho al pasar, sin tanta etiqueta, de corazón.
Salta La Banca es una banda bonaerense surgida en Villa Raffo hace casi una década. Al principio se los encolumnó en el rock barrial, pero después hicieron su camino, algo más "sofisticado", como le gusta decir a Aysine. Las letras pueden ser combativas, paisajistas o de amor, y la mente detrás de esos textos es justamente el líder y vocalista de la banda, quien en charla con este diario asegura que no siempre las canciones se ajustan a lo que más quieren sus fans.
El grupo tiene editados "Increíble", que es un demo de 2008; "Ya no somos dos ahora" (2009); "Seremos" (2011); "Copla" (2012); "Visceral (2013) y "Eureka!" (2015). Pero, según Santi, lo que viene es lo mejor.
"Sé que se viene el gran disco de Salta La Banca, el disco más límpido, el disco que va a fijar un montón de cosas, en principio esta postura política de la banda en este contexto, que es el peor", afirma, y sin explicitarlo se percibe que está en las antípodas de las políticas gubernamentales del macrismo.
"Ahora sí que van a a hablar todos —acentúa— porque si hubo algo que tuvimos fue tener las pelotas de hablar siempre. Es el momento de definir un montón de cosas, y sobre todo de mostrar a la gente para qué está esta banda musicalmente".
En un repaso de lo pasado, el presente y un anticipo de lo que vendrá, expresó: "Si bien «Eureka!» es el disco más lindo hasta ahora de Salta La Banca, y que creció la cantidad de gente que nos viene a ver, sé que hay mucha otra gente que estaba más acostumbrada a lo anterior. Hicimos un trabajo sofisticado y con mucha información, además de buscar que sea más luminoso el mensaje. Muchos entendieron que estábamos dando un salto de calidad, pero no a todo el mundo le importa".
Para Aysine, "este fue uno de los discos más intrínsecos, es más visceral que «Visceral», y sin embargo lo que se puso en discusión para determinado sector del público fue la esencia, como que se estaba perdiendo, tal vez por lo musical. Nadie podía aceptar que no sigamos siendo una banda fiestera. Capaz que algunos quieren acercarse a Salta La Banca para descomprimir, para bailar y para festejar, y yo no me quiero repetir, no puedo no hacerlo cada vez mejor". Y agregó: "Salta podría haberse repetido y convertirse en una fórmula, y sin duda nos hubiese ido mucho mejor, pero yo no quise y Salta La Banca no quiso, fue una decisión. Queremos que suene mejor y estar al servicio de la canción".
Con honestidad brutal, como en toda la entrevista, concluyó: "Hacemos lo que sentimos, lo que la gente quiere no está en discusión, si por esta política tengo que perder absolutamente todos mis seguidores lo voy a asumir, pero jamás en mi vida voy a sucumbir a la complacencia artística, eso no lo concibo". Explosiones internas, rock con los dientes apretados: Salta La Banca cuenta cuatro y va por todo.