Al menos 700 migrantes murieron en siete días en el Mediterráneo cuando intentaban cruzar en precarias embarcaciones del norte de frica a Italia, informó una portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). La cifra de 700 muertos se basa en el testimonio de supervivientes y corresponde a tres naufragios registrados el miércoles, el jueves y el viernes, detalló en Roma la portavoz de Acnur para el Sur de Europa, Carlotta Sami.
Sami precisó que 550 personas que se encontraban a bordo de un barco que zozobró el jueves están desaparecidas. Otras 100 aproximadamente podrían estar atrapadas en la bodega de un barco que se hundió el miércoles y un número desconocido de personas está desaparecido tras un naufragio ocurrido el viernes. “Si sumamos estos terribles números, calculamos que hay al menos 700 víctimas, aunque no estamos seguros en cuanto a las cifras y la identidad de las víctimas”, señaló la portavoz de Acnur.
Médicos Sin Fronteras (MSF) habló incluso de una cifra más elevada. “Unas 900 personas podrían haber muerto en el Mediterráneo central sólo en la última semana. Europa, esto es insoportable”, tuiteó la ONG, que dirige una misión naval de rescate.
Algunos supervivientes de otras travesías también aseguraron que hay más desaparecidos, afirmó Sami. Es el caso de la madre de una beba de nueve meses que el miércoles llegó a Lampedusa sola y cuyo caso generó una oleada de compasión en Italia. Según Acnur, la mayoría de las personas llegadas esta semana son originarias del Cuerno de Africa y del sur del continente africano, aunque también hay algunos de Argelia, Egipto, Marruecos y 26 sirios que vivían desde hace tiempo en Libia. En otras palabras los refugiados que se ahogan en el Mediterráneo, no huyen de la guerra civil en Siria ni del vecino Irak, sino de las hambrunas y violencias endémicas de Africa.
A principios de semana, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó de la muerte de 1.093 migrantes en el Mediterráneo central hasta esa fecha, por debajo de las 1.782 registradas entre enero y mayo de 2015. Sin embargo, tras las tragedias de los últimos días esa cifra podría verse superada. “La Comisión Europea condena la trágica pérdida de vidas que ocurrió en el Mediterráneo en los últimos días, cada vida perdida es demasiado”, dijo una portavoz del Ejecutivo europeo. La Comisión está elaborando un borrador que incluiría el plan italiano Migration Compact para ofrecer ayuda a los países africanos a cambio de que controlen mejor sus fronteras. En la próxima cumbre de jefes de Estado y Gobierno del bloque, el 28 y 29 de junio, se hablará de la cuestión migratoria.
Los últimos naufragios se produjeron en medio de un aumento de la llegada de migrantes a Italia, que se ha convertido en el principal destino desde que fue cerrada la ruta de los Balcanes a través de Turquía y Grecia. Según cifras de la OIM, entre el 19 y el 26 de mayo solo llegaron a Grecia 272 refugiados, mientras que 5.674 entraron en Italia.
Desde el lunes pasado fueron rescatados del Méditerráneo por la guardia costera italiana y varias ONG unas 13.000 personas y se recuperaron de las aguas 50 cadáveres. Según la OIM, poco menos de 1.700 refugiados lograron llegar a la costa italiana. La mayoría de los refugiados inician su travesía en Libia. Según la OIM, en este país esperan entre 100.000 y 200.000 personas para cruzar a Europa.
Al puerto de Reggio di Calabria llegaron ayer 625 supervivientes y los cuerpos de 45 fallecidos, entre ellos 36 mujeres y tres niños. Una embarcacion de Médicos Sin Fronteras llevó a 604 migrantes hasta Parlermo y otros 382 llegaron a Mesina.
Alvise Armellini / DPA