"Standby. You're on the air. Buenos noches Senores y Senoras. Bienvenidos. La primera pregunta es: Que es mas macho, pineapple o knife?".
"Standby. You're on the air. Buenos noches Senores y Senoras. Bienvenidos. La primera pregunta es: Que es mas macho, pineapple o knife?".
Este párrafo es el comienzo de la canción "Smoke rings" de Laurie Anderson. Allá por los 80 esta artista inmensa y versátil parodiaba los tontos concursos de preguntas y respuesta de la TV y ponía en cuestión el género de las cosas; sus enfoques. Jugando con el cuerpo, la música y las palabras, con lo femenino y lo masculino, en su inglés mechado por la lengua que se habla donde ella brinda cada concierto y en un clima estético impecable (se puede ver el video en YouTube), Anderson interrogaba: ¿Qué es más macho, un ananá o un cuchillo? (a lo largo de la canción también cuestionará: "¿Qué es más macho... "un transporte escolar o una bombilla?"... "un iceberg o un volcán?").
La pregunta me retumbó esta semana en los oídos. Me cuentan que un compañero se tomó el trabajo de describir con lujo de detalles, y en sucesivas reuniones, el miembro viril de un jugador de fútbol a quien vio en un vestuario.
Los comentarios de sus pares varones no se hicieron esperar, tampoco el típico gesto de las palmas enfrentadas tratando de ser preciso al momento de mensurar el objeto en debate.
¿Qué es más macho? ¿Poseer la anatomía que este compañero consideró de gran tamaño, verlo con los propios ojos y retratarlo repetidas veces en un encuentro de trabajo o lograr el cálculo preciso de su centimetraje?
Segundo episodio. Se evalúa hacer la nota de un comercio recién inaugurado en Rosario cuyo nombre, para muchos, hace gala del macho más macho de Italia.
"El palacio de Berlusconi" se llama el lugar. Se arma una interesante discusión. Un grupo de mujeres de la redacción opinamos que ese sitio debe ponerse en cuestión, obviamente, pero que no es cualquier lugar: expresamos que no es motivo para una simple nota de servicio ni a color sino que es lisa y llanamente un prostíbulo regenteado por quien creemos lleva adelante la actividad de un proxeneta. Pero la nota que salió este último domingo (¿es de machos no firmarla?) y que se puede ver en la web habló sólo de las supuestas bondades del lupanar.
Se dijo que tenía "arquitectura sorprendente", que allí los clientes llegaban para "conocer secretos" y se los invitaba a "volar la imaginación".
¿Qué opinión tuvo más peso periodístico? ¿La de los machos o la femenina?.
Ultima anécdota. Se arma una discusión jocosa entre compañeros varones en un rincón de la redacción. Pregunto qué pasa y uno se me acerca y me pregunta: "¿No es cierto, Negra, que no existe la amistad entre el hombre y la mujer? Salvo que sea una bagarto la mina. Si no... todos las queremos avanzar... no ser sus amigos...".
Bichito del bosque... animalito de bellota... pensé, aunque sólo le dije, y juro que con calma y buen tono, que si él no podía tener amigas era para mí un ser primitivo y rudimentario. No llega a los 40 años el angelito, por lo tanto es joven y hasta lindo, pero piensa como el papá de mi papá... Qué pena. Los machos no sólo atrasan, sino que denigran y hasta aburren.
Ananáes, cuchillos, transportes escolares, bombillas, icebergs y volcanes. "¿Qué es más macho?".