La Fiscalía Regional del nuevo sistema penal trata de determinar la legalidad de un importante cargamento de alhajas de oro y plata valuado en aproximadamente 1 millón de pesos y secuestrado del interior de una camioneta que era conducida por un comerciante rosarino de 44 años en el centro de la ciudad de Las Rosas, a 124 kilómetros al noroeste de Rosario. El hombre no tenía en su poder documentación respaldatoria de los objetos que transportaba, pero dijo que las presentaría ante las autoridades. En tanto, mientras se investiga el hecho, toda la carga fue trasladada en resguardo a la bóveda de un banco céntrico de esta ciudad.
Todo ocurrió el martes a las 10 de la mañana en pleno centro de Las Rosas, ciudad santafesina de 17 mil habitantes que es cabecera del departamento Belgrano, en el centro oeste de la provincia. Una camioneta Ford F100 negra con vidrios polarizados transitaba por avenida San Martín entre San Lorenzo y Maipú, a una cuadra de la Jefatura de la Unidad Regional III, lo cual llamó la atención del personal policial que realizaba controles de rutina en el lugar.
Cuando los agentes detuvieron el paso del vehículo para pedirle al chofer la documentación y que enseñara la carga que llevaba, el conductor se mostró nervioso, se negó a la requisa y no exhibió ni un solo documento respaldatorio de la carga, lo cual despertó más sospechas en los empleados policiales que avistaron la llamativa carga en la caja del vehículo.
Fiscal presente. Entonces se generó un intercambio de palabras durante el cual se logró establecer que el conductor es un comerciante afincado en Rosario, de 44 años, que dijo ser vendedor y distribuidor mayorista de alhajas, que las importaba y que podía demostrar su legalidad. Pero que por su elevado valor solamente accedería a la requisa en presencia de un escribano público.
Los uniformados decidieron entonces notificar primero a los jefes de la seccional 1ª de Las Rosas sobre el singular hecho, y desde allí dieron aviso a la fiscal Graciela Tulián, del Ministerio Público de la Acusación de Cañada de Gómez. Ante ello, la funcionaria se trasladó al lugar del operativo y allí ofreció todas las garantías al conductor para la descarga y el control de los objetos.
Según el trabajo periodístico hecho por colegas de radio FM Renacer de Las Rosas, que aportó datos del episodio a este diario, el comerciante nunca se movió de al lado de la carga hasta que terminó todo el operativo.
En ese marco, la fiscal Tulián trabajó hasta las 6 de la mañana de ayer para identificar y rotular el cargamento de paquetes de relojes, alhajas de oro y de plata, fantasías, bijouterie y pilas, todo eso valuado en aproximadamente 1 millón de pesos, de acuerdo a la estimación preliminar. En una primera instancia la carga quedó bajo custodia en la sucursal que tiene el Nuevo Banco de Santa Fe en Las Rosas.
El chofer de la camioneta, según los mismos voceros, viajaba solo y se presentó como un importador "por bulto cerrado" de la mercadería que después vende en comercios del rubro en toda la zona.
Limpio y sin papeles. Aunque el llamativo hecho se maneja con cuidado, voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) aclararon que el viajante, del cual no se dio a conocer su identidad, fue solamente demorado para corroborar sus datos, que tiene domicilio legal en Rosario, no cuenta con antecedentes penales y se comprometió ante la fiscal a presentar toda la documentación que acredite la tenencia legal de las joyas. El vehículo es de su propiedad y tampoco tiene pedidos de secuestro.
Un elemento que se constató y que puede tener peso relativo en la investigación judicial, es que en los últimos días no hubo denuncias por robos de mercadería similar en la zona.
Lo cierto es que mientras se investiga la procedencia del ostentoso cargamento, ayer el mismo fue trasladado a Rosario por una comisión de la Policía de Investigaciones (PDI) para ser depositado en la bóveda del banco Municipal.