Washington.- Una joven estadounidense de 19 años reconoció que mató a 22 personas durante rituales de una secta satánica a la que adhirió hace seis años.
Washington.- Una joven estadounidense de 19 años reconoció que mató a 22 personas durante rituales de una secta satánica a la que adhirió hace seis años.
Se trata de Miranda Barbour, quien está en la cárcel desde mediados de noviembre último por el asesinato de Troy LaFerrara (42).
La muchacha contactó al hombre a través de un anuncio en la web estadounidense Craiglist y le ofreció sexo a cambio de 100 dólares, según reportó la agencia Ansa.
Se trata de una página de comunidades online organizadas por ciudades que ofrece anuncios clasificados gratis sobre empleo, ventas, viviendas, sentimentales y otros servicios.
La joven admitió haber matado a LaFerrara junto a su esposo, Elyette Barbour (22), y contó que lo apuñaló mientras él lo estrangulaba.
Luego arrojaron el cuerpo a un callejón de Sunbury, una pequeña ciudad a 100 kilómetros al noroeste de Filadelfia.
Miranda aseguró a un diario local desde la cárcel que es una asesina múltiple ya que, dijo, mató por lo menos a 22 personas en los últimos seis años en los Estados de Alaska, Texas, California y Carolina del Norte, donde había vivido. “Siento que ha llegado el momento de sacar todo esto, no me importa si la gente me cree o no”, expresó.
Miranda le dijo al diario que no sentía ningún remordimiento por sus víctimas debido a que mató sólo a “gente mala” y que “si fuera puesta en libertad, lo haría de nuevo”.
Los abogados de la pareja pidieron una evaluación psiquiátrica, en tanto, la policía de Pennsylvania solicitó información a los otros Estados para esclarecer si es cierto lo que confesó Barbour, que según algunos medios fue abusada por su tío cuando tenía 4 años.
Según contó la detenida, a LaFerrara lo asesinó después de que ella le dijo que tenía 16 años. “Le conté una mentira y le dije que tenía dieciseis años, y él me dijo que no importaba: si hubiese dicho lo contrario, lo habría dejado escapar”, explicó.
Las autoridades indicaron a la cadena de noticias CNN que investigan los dichos de la joven, mientras que una fuente policial cercana a la causa consideró que sus testimonios podrían ser “reales”.
“Cuando llegué a veintidos, dejé de contar”, sintetizó Barbour según una entrevista telefónica realizada la noche del viernes desde la prisión del condado de Northumberland.
“Puedo localizar en un mapa donde están” los cadáveres, afirmó.
El jefe de la policía de Sunbury, Steve Mazzeo, dijo a CNN que los investigadores están en contacto con el FBI y las autoridades en algunos de los Estados en los que vivió Barbour.
La joven contó a un diario local que asesinó por primera vez a los 13 años, a poco de unirse a una secta satánica en Alaska.
El defensor público que representa a la acusada, Eduardo Greco, dijo a CNN que no sabía que su cliente tenía la intención de dar la entrevista. Pero fue ella quien la pidió y fue grabada en audio en la prisión Northumberland, de acuerdo con el artículo publicado.
Los investigadores creen que Barbour tuvo encuentros con al menos 30 hombres, por lo que intentan localizarlos. El padre del hijo de un año que tiene la joven falleció, por lo que su muerte también es parte de la investigación.
Barbour y su esposo enfrentan varios cargos entre los que se incluye homicidio criminal, ambos se declararon inocentes y aún no hay una fecha para el juicio, indicó Greco.
Elytte Barbour le dijo a la Policía que él y su esposa habían intentado matar a otros, pero que sus planes fracasaron. “Me acuerdo de todo”, le contó la joven al Daily Item y agregó que el asesinato de noviembre fue el primero de la pareja. “Es como ver una película”, describió.
Según esa entrevista, tras contactar a LaFerrara y aceptar tener relaciones sexuales con él por 100 dólares, se encontraron en un estacionamiento del centro comercial y fueron a Sunbury. Ella apuñaló al hombre veinte veces con un cuchillo en el asiento delantero de su Honda CR-V de color rojo, mientras que su esposo le ató un cable alrededor del cuello, reveló la policía.
El cuerpo de LaFerrara fue encontrado en el patio trasero de una casa en Sunbury, el 12 de noviembre. El último número marcado en su teléfono celular llevó a la Policía a los Barbours. (Télam)