Equipos de emergencia sacaron ayer a otros cuatro sobrevivientes de entre los restos de un hotel aplastado por una avalancha en Italia. Los rescatistas seguían buscando a más personas mientras los familiares esperaban noticias sobre si sus seres queridos estaban entre los afortunados en salir con vida.
Las operaciones de la noche para sacar a las cuatro personas eleva a al menos nueve el número de personas encontradas con vida entre los escombros de la avalancha del miércoles. En el momento del alud había más de 30 personas dentro del hotel Rigopiano, en Farindola (Pescara), en la cadena montañosa de Gran Sasso, en el centro de Italia. Han sido hallados cinco cadáveres y 23 personas siguen desaparecidas.
Otras dos personas escaparon de la devastación justo antes de la avalancha. Uno de ellos era Giampiero Parete, un cocinero que estaba de vacaciones con su familia y que fue el primero en dar la alarma al llamar a su jefe. Ayer se reunió con su esposa y sus dos hijos, entre los primeros en ser localizados y rescatados.
"Sentí el viento, y escuché un ruido sordo y muy fuerte de árboles que se rompen, de troncos que ruedan. Luego el hotel se derrumbó, abatido por una enorme ola de nieve y trozos de montaña", explicó el hombre que se salvó porque en le momento del desastre había salido del hotel hasta su auto para buscar unos remedios.
"Gracias a todos, desde el corazón", escribió Parete en Facebook. "Grandes abrazos".
Se han recuperado cuatro cuerpos, indicó el portavoz de bomberos Alberto Maiolo. "Seguimos trabajando, estamos verificando las señales que tenemos y continuando nuestras actividades para verificar si hay otras personas y cuándo podremos sacarlas", explicó.
Había algo de confusión sobre el número de personas rescatadas. El portavoz había hablado en un principio de 11 en total. Las condiciones de los sobrevivientes ya transportados al hospital de Pescara son "buenas", dijo el director médico Rossano Di Luzio. Sólo uno fue sometido a una cirugía en un brazo.
La avalancha cubrió el hotel con 5 metros de nieve. La región, que ha registrado fuertes nevadas, también sufrió cuatro fuertes sismos el miércoles, aunque no estaba claro si habían desencadenado el alud.
La fiscalía ha abierto una investigación por homicidio y estudiaba si se había tomado la amenaza de avalanchas con suficiente seriedad, y si el hotel debería haberse evacuado antes dadas las fuertes nevadas y las previsiones meteorológicas.
"Ese hotel... ¿debería haber estado abierto?", preguntó la fiscal Christina Tedeschini. "Si la gente quería marcharse, ¿qué les impidió hacerlo?".
Parete, el sobreviviente que dio la alarma, dijo que todos los huéspedes habían registrado su salida y esperaban a que se despejara la carretera para poder evacuar. Pero la topadora de nieve nunca llegó y la avalancha se produjo en torno a las 17.30 del miércoles.
El jefe de la Protección Civil Fabricio Curcio dijo anoche que las operaciones de rescate continúan en condiciones muy extremas.
Los rescatistas dijeron que entre los escombros y la montaña de nieve se escuchan voces pero faltan localizar de donde provienen. "Tenemos otras señales de debajo de la nieve y los escombros, estamos comprobando", explicó Maiolo.
Los bomberos y policías se valen de equipos electrónicos que se utilizan rutinariamente para la geolocalización de los teléfonos móviles, que han sido colocados en el ático del hotel para la captura de las señales procedentes de una lista de los teléfonos móviles de los desaparecidos. Los instrumentos han ayudado a identificar el punto exacto en el que hay que cavar para auxiliar a alguien.
Ayer se conocieron las primeras declaraciones de uno de los niños rescatados el viernes, Edoardo. El estaba de vacaciones con su familia, originaria de Loreto Aprutino (Pescara). "Qué ocurrió, cuánto tiempo pasamos en la nieve? Estaba jugando pool con otros chicos y la madre de uno de ellos", dijo a los rescatistas mientras era llevado a un hospital.
Después de él fueron rescatados Adriana, (esposa del cocinero Giampiero) y los dos hijos de la pareja, Gianfilippo y Ludovica.
Otro grupo de sobrevivientes fue localizado por perros de los bomberos el viernes por la tarde. Entre los liberados de la montaña de nieve estaba Giorgia Galassi, de 22 años, que estaba de vacaciones con su novio Vicente Fuertes (25), propietarios de una pizzería en Giulianova. También estaban Giampaolo Matrone, de 34 años, propietario de una panadería en Monterotondo, cerca de Roma. "Mientras estaba en medio de la nieve agarré la mano a mi esposa (Valentina Cicioni) y le estaba hablando para mantenerla despierta. La llamé, y después en algún momento no la escuché más".
Francesca, de 25 años, estaba celebrando el cumpleaños de su novio Stefano Feniello,. Ella fue rescatada, Stefano seguía anoche entre los escombros del hotel pero los bomberos lo habían localizado.
Ya se han iniciado las investigaciones. La policía forestal de Pescara está revisando los documentos relacionados con el cumplimiento por parte de los responsables del hotel de los planes de emergencia y rescate, movimientos de quitanieves y demás labores de mantenimiento.
Varios municipios han lanzado alertas de evacuación por el riesgo de avalanchas en la región.
Esperanza. Los socorristas se guían por algún sonido, algún destello de luz para descubrir indicios de vida.