"Me desperté y estaba envuelto en llamas", contó Jesús, el indigente que ayer fue atacado y prendido fuego por personas inescrupulosas en el centro mendocino.
Jesús, como dijo llamarse, tiene 38 años. se dedica a cuidar coches y una vida de alta vulnerabilidad. Tras ser atacado por vándalos el domingo, decidió volver a la calle luego de haber estado internado en el hospital Lagomaggiore de esa ciudad.
El hombre vive en situación de calle y dormía en la vereda de la avenida Las Heras, entre 25 de Mayo y Chile, a pocas cuadras de la peatonal San Martín cuando fue atacado.
Jesús contó qué fue lo que le pasó y aseguró que si supiera quién lo atacó "ya lo habría arreglado". Mientras tanto reveló que, debido a las heridas, no puede trabajar y que necesita ayuda: "Con una botellita de agua y nylon me alcanza" dijo, pero se quejó de sufrir bastante dolor.
A su vez reveló que un amigo le va a conseguir los remedios y agradeció que algunas personas le hayan dado mercadería.
Sin embargo, y como siempre la solidaridad está presente, personas que se enteraron del rudimentario sitio donde estaba parando sobre un colchón casi destrozado, se acercaron para ayudarlo. Una mujer llevó a una enfermera amiga y comenzó a curarlo, mientras que vecinos de la zona también le llevaron frazadas y ropa.
“Me desperté y estaba envuelto en llamas”, dijo hoy la víctima a radio Nihuil de esa ciudad, al ser consultado por el tremendo episodio que generó gran revuelo e indignación en la redes sociales.
Según trascendió, los atacantes prendieron fuego unas bolsas de basura y se las arrojaron mientras descansaba.
Hoy, hasta el gobernador de esa provincia, Alfredo Cornejo, habló del inentendible ataque.
“No es la primera vez que ocurre. Hay muchos desprecios por la vida humana. Hay que verlo en el contexto macro de las dificultades sociales que tenemos, una falta de armonía que hay que trabajar y un Estado que no puede estar presente en cada uno de los lugares en forma policíaca”, dijo el mandatario.