Los investigadores del crimen del empresario Roberto Fernández Montes, asesinado en el barrio porteño de Caballito, encontraron en el baúl del auto de su yerno, detenido por el caso, 20.000 dólares que se creen son los que la víctima ocultaba en el motor del jacuzzi de su casa y fueron robados por los asesinos.
El dinero hallado por la policía complica más la situación de —hasta ayer— uno de los dos sospechosos del crimen, Santiago Corona, de 34 años, quien apareció junto a un cómplice en los videos de las cámaras de seguridad del edificio donde vivía su suegro, de 67 años, arrastrando el cuerpo de la víctima y colocándolo en el baúl de un auto.
En tanto, el mecánico detenido como presunto autor material del asesinato, César Ricardo Arce López, de 43 años, negó ser "el del video" que se ve junto a Corona. Así, negó ante el juez cualquier participación en el hecho y además presentó como coartada haber estado el día del crimen con familiares. Justamente a esos parientes y a otros testigos el magistrado Hernán López resolvió citarlos a declarar.
El juez López, más tarde, emitió una orden nacional e internacional de detención para un carnicero de nacionalidad paraguaya identificado como Pedro Ramón Fernández Torres, de 50 años, como coautor del homicidio. Se trata del tercer implicado. Según la agencia Télam, los investigadores consideran que el carnicero es el autor material del crimen y que trasladó el cuerpo de la víctima junto al yerno.
Los dos fajos de 10.000 dólares cada uno (que no constituyen el móvil principal del crimen) estaban en el baúl de un Citroen C4 color champagne de Corona, casado con la hija mayor de Fernández Montes. Se encontraban adentro de una bolsa plástica negra para cápsulas de café usadas de la marca Nespresso, oculta en el compartimiento del neumático de auxilio del auto, en el baúl.
Se trata de una bolsa con un cierre hermético que no permite pasar la humedad, por lo que los investigadores creen que con esa misma bolsa Fernández Montes guardaba esos ahorros en el motor del jacuzzi de su baño.
El móvil del resonante caso sería una estafa superior al millón de pesos que el yerno le practicó a Fernández Montes mientras era su empleado en una empresa de excavaciones en obras de construcción, y que provocó que se cortara la relación entre ambos. Aparentemente Fernández Montes últimamente estaba colectando pruebas para denunciarlo.
"El yerno lo estafó por dos millones de pesos", afirmó un investigador. Fue hace nueve meses: "De un día para el otro Roberto descubrió que lo citaban de la Afip porque tenía deudas, que sus camiones y sus empleados estaban sin seguro y que estaba todo impago. Su yerno era quien manejaba la administración y le escondía todo. Como él no podía creerlo me pidió ayuda y empezamos a hacer una investigación. Ahí supimos que Corona había sacado como 10 o 15 créditos sin consentimiento y que la plata que entraba la giraba a su cuenta corriente".
Fernández Montes fue asesinado el sábado pasado en su departamento de Aranguren 36, en Caballito. La noticia fue cubierta por todos los canales de televisión a partir del martes cuando se conocieron los videos de las distintas cámaras de seguridad de su edificio, que muestran a los ejecutores cargando el cuerpo en el ascensor para luego trasladarlo a la cochera, donde lo depositaron en un auto y partir del garage.
También el martes fue el día en que un baqueano encontró los restos carbonizados de Fernández Montes a la vera de un camino rural de Cañuelas. El cadáver tenía un rosario metálico que fue el que permitió a su familia confirmar que de él se trataba.
Los médicos forenses que realizaron en la morgue de La Plata la autopsia de los restos no pudieron determinar aún la causa de la muerte por el estado del cadáver. Al estar completamente carbonizado, los médicos legistas de la Policía Científica bonaerense no pudieron encontrar en los pocos tejidos que quedaron para analizar, si la víctima presentaba algún tipo de herida provocada por golpes, arma blanca o arma de fuego.
Según las fuentes consultadas, tampoco se visualizaron daños óseos ni se detectaron proyectiles en las radiografías.
"El cuerpo está muy carbonizado. No se pudo observar macroscópicamente cuál fue la causa de muerte. Habrá que esperar los estudios complementarios", dijo un investigador judicial.
No obstante, el juez Hernán López ya pidió a los responsables de la morgue de La Plata que remitan los restos a la morgue judicial porteña, donde serán reautopsiados y revisados por el cuerpo médico forense.
la víctima. Roberto Fernández Montes, de 67 años, era dueño de una empresa de excavaciones en obras.