Los amish establecieron el año pasado nuevas colonias en Bolivia, Argentina y Canadá, con una membresía en aumento y un alto porcentaje de sus jóvenes optando por permanecer dentro de esas comunidades religiosas que rechazan aspectos de la vida moderna.
La población total de la agrupación religiosa cristiana de doctrina anabaptista es de unos 308.000, un crecimiento de un 18% en los últimos cinco años, según una investigación del Centro de Estudios Anabaptistas y Pietistas del Elizabethtown College de Pennsylvania (EEUU).
Los dos asentamientos en Sudamérica fueron fundados el año pasado luego que las antiguas comunidades menonitas en esos países se comunicaron con los amish de Norteamérica para evaluar la posibilidad de afiliarse, declaró Steven Nolt, del centro de estudios que ayudó a coordinar la investigación demográfica.
Esos grupos, que son conservadores y cuyas raíces se remontan a inmigrantes que fueron de Rusia a Canadá en el siglo XIX, abandonaron Canadá en la década de 1920 debido a una disputa sobre la necesidad de enseñarles inglés a sus hijos (ellos no asimilan las costumbres del país en el que están, tienen su propio idioma y sus propias costumbres) y llegaron a México y a otras partes de Latinoamérica, dijo Nolt.
En años recientes, los grupos establecidos en Bolivia y Argentina han sufrido problemas financieros y de aislamiento social, por lo cual le escribieron a una casa editora de libros amish en Canadá y eventualmente contactaron a un grupo Amish del Nuevo Orden en Ohio que le permite a sus miembros, bajo ciertas circunstancias, hacer viajes en avión.
Luego que líderes de los amish de Ohio viajaron a Sudamérica, despacharon a dos familias para que se asentaran allá y crearan comunidades a las que los menonitas se pudieran incorporar.
Los amish norteamericanos no hacen proselitismo ni hacen labores de misioneros. Además han enviado equipos para ayudar en proyectos de construcción.
La comunidad en Bolivia, conocida como la Colonia Naranjita, se encuentra a unos 120 kilómetros al sudoeste de Santa Cruz, mientras que la colonia en el noroeste de Argentina está en una zona rural al este de Catamarca.
"Esto es algo nuevo y diferente que ilustra una estrategia inusual de los amish para adquirir nuevos miembros", estimó Nolt. Relató que los hombres menonitas en esas zonas han comenzado a dejarse crecer la barba como los amish, y una mujer amish de Ohio ha comenzado a tejer los gorros típicos que usan las damas de la secta, para regalárselos a sus colegas.
Casi dos tercios de los Amish viven en tres estados de Estados Unidos (Ohio, Pensilvania e Indiana). Los amish suelen establecer nuevas comunidades en busca de calidad y tierras de cultivo asequibles en zonas aisladas.
Los amish son conocidos porque usan carretas y caballos como transporte y hablan un dialecto alemán.
Los amish creen literalmente en el Nuevo Testamento y se aíslan del mundo exterior, defienden el pacifismo y la vida sencilla. Visten como en el siglo XVII o XVIII.
Se diferencian de los menonitas precisamente en la forma de interpretar el Nuevo Testamento, aunque sostienen valores y formas de vida similares.