La ballena jorobada que había encallado a metros de la costa de Mar del Tuyú fue rescatada ayer a la tarde por un grupo de efectivos de Prefectura, expertos de Mundo Marino, guardavidas de la costa y bomberos, a quienes se les sumaron algunos vecinos que aprovecharon una pleamar inusual para devolverla a mar abierto.
El animal, de más de 12 metros de longitud y ocho toneladas de peso, había encallado el viernes a la mañana en ese balneario cabecera del Partido de la Costa, distante 350 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.
Luego de una ardua tarea de rescate, a pesar del intenso frío y la lluvia, cerca de las 17 la ballena recaló en uno de los canales abiertos por los rescatistas y se adentró en el mar.
La ballena permaneció encallada en la costa a la altura de la calle 84, a tres cuadras del Palacio Municipal de Mar del Tuyú, en una zona con una profundidad que fue variando entre el medio metro y el metro.
Con el correr de las horas, su salud comenzó a comprometerse, más que nada porque su propio peso podía afectar sus órganos, ya que estaba volcada sobre uno de sus flancos y a pocos metros de la costa.
Fernando Balmaceda, un prefecto que estuvo a cargo del rescate, dijo la ballena, "con un rolido había logrado zafarse de la primer canaleta y recorrió unos 1.500 metros, pero cuando los vecinos que seguían el operativo comenzaron los festejos la ballena volvió a encallar a la altura de la calle 83".
"La marea ayudó mucho y con la ayuda del operativo la ballena hizo otro rolido y cruzó la segunda canaleta; el guardacostas Lago Mascardi la siguió hasta que se perdió de vista y volvió a visualizarla 2.000 metros mar adentro hasta que otra vez se sumergió".
El prefecto advirtió que los especialistas no llegaron a diagnosticar las causas por las que el cetáceo encalló ayer. ""Suponemos que existe la posibilidad de que vuelva a la playa y por eso vamos a estar monitoreando la zona y con el personal en alerta para volver a rescatarla si es necesario".
La ballena jorobada es un cetáceo de la familia de los rorcuales que en la adultez pueden alcanzar una longitud de 16 metros y un peso estimado de 30 toneladas.
El año pasado, otro cetáceo de la misma especie acabó su derrotero nadando en pleno barrio porteño de Puerto Madero.