Las nuevas tecnologías son una ayuda inestimable para la policía. Así lo demostró el rescate que llevó a cabo la policía madrileña cuando recibió el pedido de auxilio de una joven que, ante la amenaza de que la violaran, se escondió en un baño.
Las nuevas tecnologías son una ayuda inestimable para la policía. Así lo demostró el rescate que llevó a cabo la policía madrileña cuando recibió el pedido de auxilio de una joven que, ante la amenaza de que la violaran, se escondió en un baño.
Una joven de 23 años, que se encontraba de vacaciones en Alicante, aceptó la invitación para ir a casa de un muchacho que conoció en el puerto. En el lugar, el hombre se abalanzó sobre la chica en un intento de obligarla a mantener relaciones sexuales.
Luego de un forcejeo, la adolescente logró desembarazase del atacante, se encerró en el baño y bloqueó la puerta con el pestillo. Aislada del agresor, llamó al emergencias, aún sin saber la exacta locación del lugar donde se encontraba oculta.
Afortunadamente, uno de los agentes que atendió a la joven se dio cuenta que podía detectar su ubicación a través de una aplicación que rastrea los celulares con el GPS del dispositivo. De esta forma la policía pudo saber la calle exacta en la que se encontraba la joven.
De este modo, los agentes consiguieron entrar en la vivienda, socorrer a la víctima y detener al individuo que la retenía en contra de su voluntad. El agresor quedó imputado por el delito de abuso sexual. El presunto autor de este hehco quedó a disposición de la Justicia.