Las investigaciones sobre el choque de dos trenes el martes cerca de Bari, en el sur de Italia, que dejó al menos 23 muertos, se están centrando en la existencia de un sistema de control anticuado.
Las investigaciones sobre el choque de dos trenes el martes cerca de Bari, en el sur de Italia, que dejó al menos 23 muertos, se están centrando en la existencia de un sistema de control anticuado.
"En el tramo del accidente no hay sistema automático" de control, explicó el investigador jefe Giovanni Meoli, de la Policía de Ferrocarriles en declaraciones al Corriere della Sera. Al parecer, en esa zona funciona sólo un sistema de transmisión de mensajes telefónicos.
Además, la ampliación del tramo de una sola vía a dos se retrasó durante años, aunque al parecer la financiación ya estaba disponible.
Un día después del siniestro sigue sin haber certeza absoluta sobre el número de víctimas: la prefectura regional asegura que hay cuatro desaparecidos, además de los 23 muertos, pero el presidente de la región de Apulia sostiene que ya no hay desaparecidos.
También hay 52 personas heridas por el choque frontal de los dos trenes, fabricados en 2005 y 2009, cuando circulaban a unos 100 kilómetros por hora. Impactaron en una curva entre las localidades de Andria y Corato, al norte del puerto de Bari.
Los equipos de rescate buscaron ayer posibles víctimas o supervivientes durante toda la noche, y siguen haciéndolo. "No conocemos la cifra de pasajeros porque no es un avión y no tenemos una lista", dijo el fiscal Francesco Giannella. Se cree que también podría haber extranjeros entre las víctimas.
Tras una intensa búsqueda se recuperaron las dos cajas negras de los trenes, que se espera ayuden a esclarecer lo ocurrido, sin que esté del todo claro aún si se debió a un fallo técnico o humano. La fiscalía de la ciudad de Trani está investigando también por homicidio negligente.
La prevista ampliación del tramo a dos vías se ha retrasado en varias ocasiones y tampoco había un sistema de alerta automático. La comunicación entre los maquinistas se hace por teléfono, que se avisan así cuando la vía está libre.
"Este tramo de ferrocarril está dotado con sistemas de control automático en la mitad del recorrido, pero lamentablemente no así la parte en la que tuvo lugar el accidente", dijo Massimo Nitti, presidente de la sociedad de ferrocarril Ferrotramviaria. "Tenemos que entender dónde dejó de funcionar la cadena de control", señaló.
En su opinión, las autoridades tienen la culpa del retraso de la ampliación de las vías del tren, en cuya financiación iba a participar la Unión Europea. "No es verdad que no había dinero. Tenemos el problema que conocen todos los italianos: que el proceso de decisión en las autoridades dura entre un 60 y 80 por ciento más que en cualquier otra nación de Europa".
El ministro de Transporte, Graziano Delrio, anunció que se invertirán 1.800 millones de euros en la ampliación de la red regional.
Círculos de la investigación informaron de la posibilidad de que un tren que iba retrasado hiciera que se diera por libre la vía de forma equivocada. "El problema no es la vía única, que se utiliza en la mitad de los trayectos en Italia, sino la tecnología que debe evitar accidentes", dijo el experto en ferrocarril Giuseppe Sciutto, de la universidad de Génova.
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, visitó en la noche del lunes el lugar del accidente y prometió un esclarecimiento total del mismo.
Miriam Schmidt/Annette Reuther- DPA