En el primero de sus tres días de gira por Armenia, el Papa Francisco volvió a calificar ayer de "genocidio" la persecución de los armenios en el Imperio otomano durante la Primera Guerra Mundial.
En el primero de sus tres días de gira por Armenia, el Papa Francisco volvió a calificar ayer de "genocidio" la persecución de los armenios en el Imperio otomano durante la Primera Guerra Mundial.
"Esta tragedia, este genocidio, lamentablemente inauguró la lista de las terribles catástrofes del siglo pasado, que se vieron posibilitadas por motivaciones racistas, ideológicas o religiosas retorcidas", dijo Francisco en un encuentro con el presidente armenio, Serzh Sargsián, en su palacio de la capital, Ereván, según Radio Vaticano.
Agregó que esas motivaciones oscurecieron tanto "el espíritu de los atormentados, que se propusieron aniquilar a pueblos enteros".
En 2015, Francisco, de 79 años, ya había calificado de genocidio la persecución de los armenios en el Imperio otomano. Su afirmación desató en su momento una crisis diplomática entre el Vaticano y Turquía, país que rechaza el uso del término "genocidio".
Los armenios sostienen que hasta 1,5 millón de personas murieron en las masacres, que Francisco calificó el año pasado como "el primer genocidio del siglo XX".
"Aquella tragedia, aquel genocidio, por desgracia, inauguró la triste lista de las terribles catástrofes del siglo pasado, causadas por aberrantes motivos raciales, ideológicos o religiosos", aseveró ayer el Papa en su discurso en el palacio presidencial de la capital armenia frente al mandatario del país asiático.
"Y mientras, las grandes potencias miraban para otro lado", denunció.
Segundos antes, el sucesor de Pedro se había referido a la matanza de más de un millón de armenios a manos del imperio Otomano de 1915 como "Metz Yeghérn", la palabra usada por el pueblo del país para describir esos hechos.
"Metz Yeghérn, el Gran Mal, que azotó a vuestro pueblo y causó la muerte de una gran multitud de personas", aseveró.
El presidente Sargsián alabó la postura del Papa con respecto a las masacres de hace 101 años como "mensaje de justicia". Al mismo tiempo, en medio del largo conflicto de su país con el vecino Azerbaiyán, reforzó su voluntad de paz.
"Siempre preferimos negociaciones pacíficas antes que disparar", dijo, aunque sin mencionar expresamente a Nagorno-Karabaj, el enclave armenio situado en territorio azerbaiyano, donde en abril murieron al menos 120 personas en enfrentamientos armados. "Estamos dispuestos a una coexistencia pacífica, no importa qué tan difícil sea el camino hacia la paz".
Armenia se enfrenta desde hace décadas a Azerbaiyán por ese territorio, que de acuerdo al derecho internacional pertenece a Azerbaiyán. Sin embargo, el gobierno pro-armenio de Nagorno-Karabaj se distanció de Bakú.
Previamente, en un encuentro con Catholicós Karekin II, el patriarca de la Iglesia apostólica armenia, el Papa pidió a la cristiandad que se una en vista de las amenazas que se suman a nivel mundial.
"Lamentablemente el mundo está marcado por grietas y conflictos, y espera de los cristianos una prueba de respeto mutuo y de colaboración fraterna", dijo Francisco.
El presidente Sargsián recibió al jefe de la Iglesia Católica con honores militares en el aeropuerto de Ereván.
Antes de tocar suelo armenio a las 15 locales (8 de Argentina) el pontífice se había referido a bordo del avión papal a los periodistas que lo acompañaron, entre ellos Télam, sobre la "bella noticia" del acuerdo de paz alcanzado en Colombia y ratificó que la votación del Brexit (la separación de Gran Bretaña de la Unión Europea) fue la expresión de "la voluntad popular". "Esto exige de todos nosotros una gran responsabilidad para garantizar el bienestar del pueblo británico, pero también el bienestar y la convivencia de todo el continente europeo", dijo Francisco, que se enteró de la noticia en pleno vuelo.
Las calles de Ereván fueron decoradas en amarillo y blanco, los colores del Vaticano, y violeta, el color de la iglesia armenia, para la visita del Papa. Con sol radiante, numerosas personas recibieron al pontífice en la sede de la iglesia, en Ershiadsin, a las afueras de la capital.
Allí Francisco elogió a los armenios como la primera nación cristiana del mundo. "Considero un valioso regalo de Dios haber podido llegar hasta este sagrado altar, desde el cual emana la luz de Cristo en Armenia", dijo.
Armenia ocupa un lugar especial en el cristianismo porque fue el primer país en adoptar esta fe como religión de Estado en el año 301 después de Cristo. Juan Pablo II fue el último Papa que visitó Armenia en 2001, con ocasión del 1.700 aniversario de la conversión del país al cristianismo.
Francisco tiene previsto visitar hoy el memorial de Tsitsernakaberd para rendir homenaje a las víctimas de las masacres y se reunirá con algunas personas cuyos antepasados escaparon a las matanzas y fueron acogidos como refugiados por el Papa Benedicto XV.
Además, está prevista una oración por la paz, a la que se espera asistan hasta 60.000 personas. La visita de Francisco a Armenia concluirá el domingo.