Cuatro personas continuaban desaparecidas hasta anoche y ocho bomberos resultaron heridos por un voraz incendio que seguía activo casi 24 horas después de iniciado en un antiguo edificio del centro de Lima, utilizado como lugar de trabajo informal y también como depósito de artículos de ferretería.
El fuego comenzó durante el mediodía del jueves en un inmueble conocido como "Galería Nicolini", plagado de baldes de pintura, balones de acetileno —que se usa para soldaduras— y productos inflamables esparcidos en varias salas.
Precisamente, la Municipalidad de Lima informó que hacía más de una semana la "Galería Nicolini" había sido clausurada por no contar con las medidas de seguridad. Sin embargo, seguía operando.
"No hay una sola norma que se haya respetado. (La galería) incluso estaba clausurada, (pero) seguían trabajando, violando las normas. Incluso para que la galería tenga más espacio construían contenedores arriba (en los pisos superiores)", denunció el ministro del Interior, Carlos Basombrío.
"Esto no es sólo una tragedia, es un crimen, por la informalidad, por la irresponsabilidad", aseguró el funcionario gubernamental.
"Se necesita la verdad (...) hay gente que ha venido trabajando con candados, metidos en un contenedor", dijo por su parte el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio.
Bomberos
El siniestro movilizó a unos 500 bomberos de distintas compañías de la capital peruana.
"Tenemos cuatro personas que hasta ahora no hemos podido llegar a ellas. Hicimos todo lo posible, pero no tenemos la certeza de poder hacerlo durante la noche. Si no baja la temperatura y nos gana el fuego, no vamos a poder" seguir buscando, dijo el comandante del Cuerpo General de Bomberos, Fernando Campos.
Los bomberos reportaron que ocho de sus miembros fueron lesionados durante el combate de las llamas, ya controladas, que provocaban constantes explosiones.
"Hemos podido controlar el incendio. En el momento lo tenemos confinado (controlado), ya no se va expandir más", dijo Campos a la prensa.
En la parte superior del edificio, de unos cuatro pisos, habían sido colocados unos cubículos de metal con unas rendijas, al parecer hechos con partes de contenedores, donde algunos operarios del almacén trabajaban en jornadas de más de ocho horas.
Familiares
Familiares de los desaparecidos contaron que el propietario del negocio en el que trabajaban tenía la costumbre de cerrar la puerta con llave con ellos dentro, por lo que no les habría sido posible huir.
Por un momento se observó a una persona pidiendo ayuda al asomar la mano por una de las rendijas del contenedor. El fuego finalmente llegó hasta donde se encontraba, sin que se conozcan más detalles de su paradero.
Una de las personas atrapadas, Jovi Herrera, de 21 años, logró comunicarse telefónicamente con su familia para pedir auxilio. Fue ubicado por señas que hizo a través de una ventana, pero luego se perdió contacto con él.
El centro de Lima es una zona principalmente comercial, con muchos inmuebles hacinados y que funcionan en la informalidad.
En menos de dos semanas se han reportado ocho incendios de importante magnitud, la mayoría de ellos en locales comerciales, aunque también en un almacén del Ministerio Público.