El Estado Islámico decapitó a cuatro miembros de un equipo de fútbol en la ciudad siria de Raqqa, el 10 de julio. Los yihadistas acusaron a tres jugadores y al entrenador de Al Shahab de practicar un deporte contrario al Islam y de espiar para los kurdos.
Un grupo de yihadistas pertenecientes al Estado Islámico (Isis, por sus siglas en inglés) decapitó a cinco personas, entre ellas, tres jugadores de un club de fútbol y su director técnico, en la ciudad de siria de Raqqa, considerada la "capital" de la organización terrorista en ese país árabe y ubicada 540 kilómetros al noreste de Damasco, según informaron fuentes oficiales.
Los extremistas decidieron cortar las cabezas de los futbolistas Osama Abu Kuwait, Nihad al Hussein, Ihssan al Shawakh y el hermano de éste, el director técnico del equipo, Ahmed al Shawakh, y de otra persona no identificada, frente a un grupo de ancianos y niños en Raqqa, considerada la capital siria del autodenominado "Califato islámico" de Isis.
Los terroristas de Isis utilizaron una varilla de soldadura para matarlos. "Los hombres del Isis detuvieron a tres jóvenes para jugar al fútbol, y un jugador que llevaba una camiseta de Messi en el Parque de los Mártires, en el centro de Mosul, se la arrancaron", dijo una fuente.
"Militantes del Isis azotaron con 30 latigazos a todo joven que jugara al fútbol en una plaza pública frente a una multitud de personas en el centro de Mosul, ya que estaban jugando un juego, lo cual está prohibido en el Islam.
Por su parte, el presidente de la Unión General de Deportes, Muafak Joma, condenó los brutales crímenes, pero al mismo tiempo admitió que no le resulta extraño el sanguinario comportamiento de esta organización extremista, que habitualmente comete acciones similares.
Los cinco asesinatos fueron cometidos luego de que líderes religiosos del Estado Islámico afirmaran que el apoyo al fútbol era contrario a las leyes del Islam.
Las víctimas, que jugaban para el popular equipo Al Shabab, fueron decapitados luego de que también fueran acusados de espiar para los kurdos, según publica el periódico Daily Mail.
Las espantosas imágenes de la ejecución -que muestra a los niños inspeccionando los cuerpos de las víctimas- fueron publicadas en el perfil de Twitter del grupo disidente "Al Raqqa está siendo masacrada en silencio".
A 13 adolescentes. Este no fue el primer acto sanguinario de los yihadistas del Estado Islámico en relación con el fútbol. Durante 2015, la organización terrorista asesinó a 13 adolescentes por observar el partido de la Copa de Asia de Naciones entre Irak y Jordania. Los adolescentes fueron sorprendidos viendo el encuentro por televisión en la ciudad iraquí de Mosul, controlada por Isis.
Los adolescentes fueron secuestrados y asesinados en público con armas automáticas, luego de que el anuncio de sus homicidios fuera vociferado con un altavoz en la calle antes de concretar los homicidios.
"Los cuerpos permanecieron en la intemperie y sus padres no pudieron recogerlos, por miedo a ser también asesinados por la organización terrorista", reveló el grupo a través de su página web.