Tres hombres fueron detenidos ayer como sospechosos del crimen del niño de 11 años estrangulado, descuartizado y violado, cuyo cuerpo fue hallado el jueves en la localidad de Quimilí, a 190 kilómetros de la capital de Santiago del Estero, informaron fuentes policiales.
El informe final de la autopsia determinó que el nene, Mario Agustín Salto, fue decapitado, tenía seis cortes en la cara, su cuerpo había sido lavado y los asesinos dejaron la ropa y su calzado muy bien acomodado al lado del cuerpo.
"Marito", que habría sido descuartizado con un cuchillo de carnicero de hoja muy filosa, fue enterrado ayer en el cementerio municipal y sus familiares reclamaron "justicia y prisión para los culpables".
Según una fuente consultada por Télam, dos jóvenes y un hombre mayor con antecedentes penales por robo y cuatrerismo permanecen demorados por su presunta vinculación con el caso.
Uno de ellos fue sospechoso del crimen a cuchilladas de su hija, aunque luego terminó siendo desvinculado del hecho.
Los tres fueron a declarar como testigos, pero como hubo contradicciones en sus testimonios fueron demorados por orden del juez en lo Criminal y Correccional de IV Nominación, Miguel Angel Moreno, que en las próximas horas debe resolver su situación, indicó un vocero.
En tanto, también había sido demorado pero luego se liberó a Luis Maldonado, quien trabaja en el matadero municipal y fue quien halló el cuerpo del niño el jueves porque sus manos sobresalían de una bolsa de basura.
El resultado de la autopsia indica que el niño fue decapitado, presentaba seis cortes en el rostro y tenía fuertes golpes en el cráneo.
Además, los brazos estaban separados del torso y las piernas arrancadas, pero esto último aparentemente fue producto de mordeduras de animales de la zona.
Otro dato que le llamó la atención a los investigadores es que el cuerpo estaba muy limpio, como lavado, y que la ropa y el calzado del niño estaban muy bien acomodados al lado del cuerpo.
Los investigadores también hallaron imágenes de una cámara de seguridad de la ruta provincial 6 en la que se ve llegar al nene el martes a la tarde a una represa con una caña de pescar y un balde de plástico, el último lugar donde se lo vio.
Debido a que la autopsia estableció que Marito fue asesinado entre 36 y 40 horas antes de ser hallado el jueves, los pesquisas creen que el niño fue reducido en ese lugar, mantenido cautivo en otro donde lo mataron y finalmente arrojado en el basural donde se lo halló, a 7 kilómetros de la represa.
Acerca del móvil del crimen, los investigadores descartan que se trate de una venganza contra la familia del niño y se inclinan más por la hipótesis de que fue atacado por jóvenes que estaban bajo el efecto de estupefacientes, ya que hay gran consumo de drogas en Quilimí.
Los restos del niño fueron velados en una sala de la calle Independencia al 100, adonde concurrieron familiares, vecinos y compañeros de la escuela rural en la que cursaba quinto grado.
El cortejo fúnebre partió desde la casa velatoria a las 10.30, pasó por la casa de la víctima en el barrio San Francisco, luego por la escuela y finalizó en el cementerio municipal de Quimilí, donde recibió sepultura previo a una ceremonia religiosa.
Mario Salto, padre del chico, dijo que está "muy quebrado por lo que pasó" y que lo único que espera es que detengan a los culpables. "A mi hijo no me lo van a devolver con vida, pero que detengan a los asesinos y quiero justicia para él", remarcó el hombre, un peón rural de Quimilí.
Los peritos también advirtieron algunas características que hacen suponer que el cadáver estuvo refrigerado, lo que surgirá de la ampliación de los exámenes que en las próximas horas será elevado al juez.
Horas antes del hallazgo de los restos, la policía había encontrado la bicicleta, la caña de pescar y el balde plástico de Marito en cercanías de una represa en la que inicialmente se sospechó que había caído.