Un exempleado de un comercio fue declarado culpable de matar al menor de seis años Etan Patz, quien desapareció hace 38 años cuando iba a la parada del colectivo escolar, con lo que se cierra uno de los casos de desaparición de niños más agobiantes de Estados Unidos.
Pedro Hernández, quien trabajaba en un almacén en el vecindario del niño, había confesado, pero sus abogados dijeron que él tenía enfermedades mentales y por lo tanto su confesión era una falsa ilusión.
En el 2015, un jurado no llegó a un acuerdo tras deliberar por 18 días, lo que conllevó a una nueva presentación de cargos y otro juicio más de tres meses después. Esta vez, el jurado deliberó por nueve días antes de hallar culpable a Hernández del cargo de homicidio durante un secuestro, resolviendo un caso que moldeó tanto las prácticas de crianza como las de las agencias del orden en Estados Unidos.
Hernández, de 56 años, no mostró ninguna reacción cuando el jurado rindió su veredicto.
"La familia Patz ha esperado bastante tiempo, pero finalmente hallamos algún tipo de justicia para nuestro maravilloso hijo, Etan", dijo su padre, Stanley Patz, conteniendo las lágrimas al agradecer al jurado. "Siento un gran alivio, y les digo, ya era tiempo. Ya era tiempo'', agregó.
El abogado principal de Hernández dijo que apelaría la decisión.
No obstante, la familia Patz, que por años se enfocó en otro sospechoso antes del arresto de Hernández hace 12 años, quizás nunca sepa exactamente qué fue lo que pasó al niño. No se han hallado pistas desde aquel día de mayo de 1979 cuando desapareció.
Etan desapareció el primer día después de que sus padres le dieran el privilegio de caminar solo hasta la parada del autobús escolar por ser lo suficientemente grande para andar solo. La parada estaba a dos cuadras de su casa, en un vecindario del bajo Manhattan.