A algo más de tres semanas de las elecciones en Estados Unidos, los especialistas, incluidos los republicanos, están reconociendo que Hillary Clinton "ya tiene los 270 votos" necesarios en el Colegio Electoral para llegar a la Casa Blanca. Ayer, un conteo de la agencia AP daba como cómoda vencedora a la demócrata, según un escrutinio del Colegio Electoral desagregado Estado por Estado.
Algunos insinúan que Clinton superará de lejos ese umbral crítico. Y en el campo republicano reina el pesimismo. El encuestador republicano Whit Ayers dijo que Donald Trump "va camino de una derrota total y completa''. Los seguidores de Trump confían en que haya algún cambio de escenario antes del 8 de noviembre. Falta un debate presidencial y Trump puede recuperarse, como le ha sucedido en ocasiones anteriores. "Su base electoral sigue firme con él", subraya la AP.
El vice aclara. Pero las cosas están muy mal dentro del propio Partido Republicano. Nada menos que el propio compañero de fórmula de Trump, Mike Pence, ha tomado distancia del postulante. Y ayer debió aclarar que él y Trump "sin duda aceptarán el resultado de las elecciones y la voluntad del pueblo estadounidense'' el 8 de noviembre. Lo dijo ante las acusaciones de Trump sobre trampas y maniobras en su perjuicio. Pence dijo en el programa "Meet the Press'', de la NBC, que en el país es tradición "la transferencia pacífica del poder''. Pero el gobernador de Indiana agregó que "las elecciones siempre son bastante rudas'' y que prevé que así será hasta el día mismo de la votación. Pence acusó a la prensa de ser "evidentemente parcial'' y que es por eso que Trump habla de "una elección amañada''. Trump, quien desde hace semanas está detrás en las encuestas, se ha quejado en repetidas ocasiones de que las elecciones están "amañadas", pero sin aportar pruebas. El candidato republicano se considera víctima de un complot de los medios de comunicación y de la campaña de Clinton. "La elección está siendo totalmente manipulada por los medios deshonestos y distorsionados impulsando a la deshonesta Hillary, pero también por muchos centros de votación. Triste", escribió ayer Trump en Twitter, su red social favorita.
Sondeos. Sus quejas parecen justificar por anticipado una derrota amplia. La última encuesta nacional NBC/Wall Street Journal, publicada ayer, le da una ventaja de 11 puntos a Clinton, con un 48 por ciento de la intención de voto, contra 37 por ciento para Trump. Otro sondeo, de ABC/Washington Post, muestra una ventaja para la demócrata de cuatro puntos, con 47 por ciento a 43 por ciento. Hillary obtendría el 47,7 por ciento y Trump el 42,2 por ciento, según el promedio nacional de sondeos de la web RealClearPolitics.
Colegio Electoral. Pero como en EEUU se vota por Colegio Electoral lo que cuenta es cómo se distribuye el voto en cada Estado. Según el conteo de AP, Clinton tiene en este momento 200 votos electorales seguros, a los que sumarían 72 entre los Estados de "tendencia demócrata". Trump, mucho más atrás, sumaría hoy 147 votos en el Colegio y tendría otros potenciales 43; quedan en duda al menos 76 votos electorales.
Asimismo, la encuesta "CBS News Battleground Tracker", que mide la relación de fuerzas en una decena de Estados clave muestra un claro cambio en el voto femenino en favor de Clinton. Según este estudio, 70 por ciento de las mujeres creen que Trump no las respeta. Acorralado, el candidato republicano se muestra cada vez más agresivo.
Hillary, en silencio. Paralelamente, Hillary Clinton no ha hecho un solo comentario este fin de semana y no tiene previsto ningún anuncio en los próximos tres días: evidentemente su táctica es dejar que su rival se hunda solo en el caos de acusaciones que él mismo lanza. Y no parece haber en el entorno de Trump alguien capaz de controlarlo, en especial desde que el 7 de octubre se difundió un video demoledor, que volcó la campaña. Hillary ha mantenido un perfil bajo mientras avanza en los sondeos a la espera del tercer y último debate entre los aspirantes a la Casa Blanca, este miércoles en Las Vegas.