El cuerpo sin vida de un niño de unos tres años de edad fue hallado ayer en el cauce del río Carcarañá, y se presume que podría ser el de Valentín Uriel Moreno, el chico desaparecido el 12 de mayo cuando jugaba en el patio de su casa, en el barrio Formoseño de Correa, a la vera de ese curso de agua.
El hallazgo fue hecho por un pescador de la zona aproximadamente a las 11 de ayer en una isleta del río entre las localidades de Timbúes y Puerto Gaboto. El hombre dio inmediatamente aviso a la Prefectura y a la policía locales, e intervino la Fiscalía de San Lorenzo. El cuerpo fue llevado al Instituto Médico Legal para su autopsia e identificación definitiva.
Fuentes del Ministerio Público de la Acusación de Cañada de Gómez, a cargo de la investigación, buscaron ser muy prudentes a la hora de confirmar que se trata de Valentín, ya que quedan pendientes algunas actuaciones y los resultados finales de la autopsia.
No obstante, revelaron que el cuerpito encontrado coincide en edad, peso y talla con la del chico desaparecido hace 49 días, y que incluso la vestimenta que tenía puesta mantiene importantes similitudes. Se espera que hoy quede dilucidado el caso, si se establece que, efectivamente, se trata del mismo chico.
El 12 de mayo. Tal cual lo publicó La Capital en anteriores ediciones, Valentín Uriel Moreno fue visto por última vez el 12 de mayo mientras jugaba con su hermanastra Guadalupe, de cuatro años, en el patio de su vivienda situada en barrio Formoseño, a orillas del Carcarañá y donde se llega cruzando el puente de hierro que lo conecta con la ciudad homónima, aunque corresponde a jurisdicción de Correa.
Pasadas las 15 de aquel día, su padre, Diego Martín Moreno la pareja de éste, Jessica —madre de la niña que jugaba con Valentín— se presentaron en la comisaría de Carcarañá (aunque el barrio Formoseño es jurisdicción de Correa) y denunciaron la desaparición del pequeño.
Desde entonces, se montó un fuerte operativo de búsqueda que incluyó distintas actuaciones. Se buscó al pequeño en una buena parte del curso de agua, buzos tácticos trabajaron en dos puntos específicos donde se presumía que Valentín podía haber caído y trabajaron bomberos de distintas jurisdicciones.
Pero además, se hicieron avistajes desde aire con drones y avionetas, y se rastrilló por tierra en distintos lugares donde, aunque no había indicios ciertos de que pudiera estar el cuerpo, se trabajó para descartar todas las hipótesis. Entre los lugares donde se buscó, figuraron dos basurales donde se revisaron bolsa por bolsa para descartar que el niño pudiera estar ahí sin vida.
La investigación tuvo distintas líneas, que hasta llevaron a la Fiscalía a lugares tan recónditos como Formosa, y a la provincia de Buenos Aires, pero los resultados fueron negativos.
Presunción. El domingo pasado, La Capital reprodujo la presunción de la fiscal interviniente, Natalia Benvenuto, de que la hipótesis más fuerte era que Valentín había caído al río, de que podía estar enganchado en las profundidades o que fue arrastrado por la violenta corriente, en un Carcarañá crecido que fluía a 15 kilómetros por hora.
Es que el tiempo transcurrido entre que el niño fue visto por última vez y la denuncia radicada por al padre, la ausencia en aquel momento de un vallado entre el patio de la casa y la barranca y otros elementos obrantes en la investigación daban cuenta de esa presunción.
No obstante, el padre del chico planteó sus dudas y sus sospechas de que Valentín pudiera haber sido raptado, sobre todo ante la ausencia de un cuerpo en el agua. Incluso, y casi de manera simultánea a la aparición de un pequeo en el Carcarañá, familiares del niño pidieron en los tribunales de Rosario que no se entorpeciera y que se acelerara la investigación sobre su paradero. En rigor, se quejaron por información vertida en redes sociales que consideraban falsa y distorsionante.
Aunque restan las confirmaciones que pueda arrojar la autopsia, y a pesar de la cautela que muestran las autoridades judiciales, el peso, la talla, la vestimenta, el cálculo preliminar del tiempo que lleva el cuerpo sin vida, e incluso la ausencia de otra denuncia sobre averiguación de paradero que puedan conducir a este hallazgo, hacen presumir que el niño encontrado ayer en el Carcarañá podría ser Valentín.