El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, afirmó ayer que el gobierno espera llegar a un acuerdo en los próximos días con la industria de los hidrocarburos respecto del criterio que se seguirá para lograr una convergencia de los precios internos del petróleo crudo y de los combustibles con los internacionales.
El funcionario mantuvo varias reuniones con directivos de empresas productoras y refinadoras de crudo y volverá a reunirse con ellos el lunes, en procura de un acuerdo que, afirmó, implicará "un gradualismo para llegar al precio internacional en junio o julio de 2017".
El convenio también comprenderá a una política de precios para los combustibles derivados a partir de enero. Aranguren reiteró lo manifestado hace un par de semanas: "Hemos discutido con las empresas del sector que no vemos que haya lugar para nuevos aumentos de combustible para lo que resta del año".
La política que se seguirá con el precio local del crudo "se verá reflejada en el precio al público de los combustibles, teniendo en cuenta dos variables: la materia prima y la evolución del tipo de cambio", explicó el ministro.
Mientras tanto, las refinadoras también discuten con el Ministerio en función de su interés por recuperar precio para compensar el desfase entre la fuerte devaluación de principios de año y los incrementos aplicados a los combustibles hasta agosto, que totalizaron 31 por ciento.
Las discusiones con las empresas productoras y con las refinadoras, integradas y no integradas, incluyen la revisión a la baja del actual esquema de precios diferenciados para el crudo local en sus variedades Medanito y Escalante, que actualmente se ubican en torno a los 61 y 52 dólares el barril respectivamente, frente a una cotización internacional que ronda los 48 dólares.
Al respecto, Aranguren también evalúa las consecuencias que ello trae aparejado para las inversiones en exploración y producción, puestos de trabajo e ingresos por regalías a las provincias petroleras.
En los últimos meses el ministro busca ultimar los detalles de un acuerdo para ajustar los costos de la actividad en yacimientos no convencionales de la Cuenca Neuquina, con gobernadores, empresas operadoras y sindicatos, sin que hasta ahora haya podido ser anunciado.
Incluso, por estos días rige una "conciliación obligatoria" dictada por el Ministerio de Trabajo en un conflicto entre YPF y los sindicatos por la desactivación de equipos de perforación.
Pero también debió atender la situación productiva de crudos pesados en los yacimientos convencionales de la Cuenca Golfo San Jorge, donde los gobernadores también reclaman por extender la vigencia del precio para el "barril criollo" y los sindicatos por un pasaje paulatino hacia un esquema laboral con menos personal.
Ello explicaría la actual definición de Aranguren en favor de una convergencia no inmediata con el precio de paridad de importación, modificando su criterio de hace algunos meses.
Otro aspecto en la discusión del precio de los combustibles estriba en el componente fiscal.