Cuatro personas murieron ayer a causa de fuertes inundaciones en el sur de Alemania, que hicieron que además cientos de niños tuvieran que pasar la noche en sus escuelas, informaron funcionarios locales.
Cuatro personas murieron ayer a causa de fuertes inundaciones en el sur de Alemania, que hicieron que además cientos de niños tuvieran que pasar la noche en sus escuelas, informaron funcionarios locales.
Los cadáveres de tres personas fueron encontrados ayer en una casa inundada en la localidad de Simbach am Inn, en el sur de Alemania, tras las fuertes lluvias registradas en muy pocas horas. Los cuerpos fueron hallados por buzos alrededor de las 20.30 hora local en el pueblo del sudeste de Baviera.
La cuarta víctima, una mujer, fue encontrada más tarde en un arroyo cerca del pueblo de Julbach, también en el sudeste de Baviera. Las calles de muchos pueblos de la región registraban hasta un metro de agua.
La inundación arrastró coches y árboles y muchos vecinos tuvieron que subirse a los techos de sus casas y ser rescatados por helicópteros debido a la subida del agua.
Cientos de niños de la región pasaban la noche en sus escuelas debido al anegamiento de los caminos.
"La situación empeoró dramáticamente en las últimas horas. Todo el centro quedó inundado", explicó a la agencia DPA Walter Czcechel, alcalde de la localidad de Triftern, de 5.000 habitantes, situada cerca de la frontera con Austria.
El temporal produjo también inundaciones en diversos puntos del país. El agua anegó calles en Leipzig, en el este, mientras que los bomberos se emplearon a fondo para bombear sótanos inundados en Bremen o Hannover, en el norte.
El servicio meteorológico alemán (DWD) emitió alertas por lluvias y tormentas en el sureste, este y norte del país.
Entre tanto, un bombero voluntario fallecido el lunes cuando intentaba rescatar del agua a otra persona que también murió fue despedido ayer en Schwoisch Gmünd, en el sur de Alemania.
En la misma zona murieron también del domingo al lunes una niña de 13 años y un hombre de 60 debido al temporal, que también derrumbó viviendas, bloqueó carreteras y obligó a suspender parte del servicio ferroviario en la región.
Las lluvias se abatieron sobre Francia ayer, y en algunas zonas fueron las peores desde hace un siglo o más. El río Sena se desbordó, un pueblo francés fue desalojado, soldados rescataron a viajeros atrapados en una autopista inundada y se suspendió el servicio de los botes turísticos de París. Los meteorólogos pronostican más malas noticias: se espera que el nivel del agua suba en los próximos días. El gobierno francés presionó para que se rescataran a miles de personas atrapadas en casas o coches en pueblos de provincia, mientras turistas empapados cambiaban sus planes y cerraban sus puertas las escuelas en una región.