Tras lo que fue el segundo encuentro en el año con el Papa Francisco, el presidente, Mauricio Macri, dejó algunos conceptos en la conferencia de prensa que ofreció luego de la reunión.
"Tuvimos una larga charla sobre lo que está pasando en Argentina y en el mundo. Fue una buena reunión, una reunión de dos personas que se conocen, esta vez traje a más integrantes de la familia".
"El Papa siempre fue una guía moral para mí. A lo largo de la conversación, volví a ratificar que su visión parte de la cultura del encuentro, del trabajo, que tiene mucho que ver con unir a los argentinos, que cada vez tenemos más diálogo y trabajo en común".
"Hablamos de los indicadores de pobreza, ahora el Indec dice la verdad. Ahora los indicadores son una verdad compartida y no hay que balancear con la UCA. Eso significa que detrás de esos números son muchas familias que no la están pasando bien".
"Le pedí al Papa para que rece por mí y que Dios me ilumine para llevar a la Argentina por el camino correcto".
"No hablamos de cuando iba a venir, él sabe que todos queremos que venga lo antes posible. Esperamos que sea el año próximo, pero ya ha dicho que no va a venir. Sería algo increíble para todos los argentinos".
"Antonia llevó un cuestionario le preguntó al papa si tenía papás y si dormía con la misma ropa y usaba pijama. Fue muy gracioso".
"Muchos dicen representar al Papa y no lo representan. Acá hay que saber que el Papa tiene una agenda distinta y no es la del obispo Bergoglio. Hay que entender que su tiempo está abocado para defender la cultura del encuentro a nivel mundial. Él tiene su corazón y se reivindica como argentino siempre. Hay que valorar este tiempo que pudimos valorar, reflexionar. Nos desea lo mejor, pero está en la tarea de abocarse a todos los fieles".
"Hablamos de narcotráfico, de lo complicado que está el mundo entero y el esfuerzo que estábamos poniendo con la ministra (Patricia) Bullrich. Tenemos que poder desarrollar inteligencia alrededor de este delito que potencia todos los problemas de inseguridad, creo que en ese sentido es una batalla que no hay que ceder".
"Coincidimos en que el asistencialismo tiene que ser transitorio, porque condena a la frustración. Compartimos como visión lograr entusiasmar, incluir, educar. Hablamos mucho también de la primera infancia, elogió la labor que hace (la ministra Carolina) Stanley".