A un año de su última visita a la ciudad, Catupecu Machu regresa a Rosario pero esta vez en formato eléctrico. Fernando Ruiz Díaz, el guitarrista y cantante de la banda, contó cómo el show que dará en Vorterix y en el que harán un recorrido por todos sus clásicos. El músico aseguró que cada disco es diferente, producto de la búsqueda constante y de evitar la "comodidad".
—Si repasamos la carrera de Catupecu, nos encontramos con algo paradójico. Por un lado, todos los discos son distintos, todos generan sorpresa cuando son escuchados por primera vez, sin embargo, son una banda con una estética definida. ¿Cómo se logra eso?
—Yo creo que la estética también ha cambiado bastante. Desde el principio de Catupecu. De lo que fue la época de "Dale" a "Cuentos decapitados" o "Cuadros dentro de cuadros", quizás no sólo en la indumentaria sino en la propuesta de los discos, desde el arte hasta la propuesta escénica. A nosotros nos gusta mucho redefinirnos también en la propuesta escénica: como armar un escenario, las luces, las pantallas, el contenido, el sonido. Creo que hay contrapuntos: el "Madera microchip", que es uno de nuestros formatos, tiene una propuesta estética muy diferente a lo que son los shows tradicionales eléctricos donde hay pantallas y la iluminación es más fuerte. La propuesta del "Madera microchip" es más íntima, no hay pantallas y es como si estuvieras en el living de tu casa. Cuando se hicieron los cuadrafónicos también fue muy diferente, o los shows teatrales en el Gran Rex de Buenos Aires, por lo que creo que, en realidad, sí ha ido variando. La estética ha ido cambiando mucho y por el contrario creo que en la propuesta musical, si bien todos los discos fueron mutando la sonoridad, hay un hilo conductor que se mantiene a lo largo de toda la discografía de la banda.
—Catupecu es una banda popular del rock argentino, pero también es cierto que algunos de sus discos corren riesgos musicales importantes. ¿Cuán cómodos se sienten arriesgando siempre?
—Con respecto a la comodidad creo que no es un ítem muy buscado dentro de Catupecu. De hecho, el cambio sonoro tan radical que hay entre disco y disco da la pauta de eso. Como siempre decimos, con cada disco que sacamos perdemos un montón de seguidores. Cuando salió "Cuadro dentro de cuadros" fue un disco al principio muy criticado y quizás malentendido por el público, de hecho se redujeron mucho la cantidad de shows al principio. Hoy por hoy mucha gente lo señala como un disco emblemático de la banda experimental, o como un pivote, a modo de ejemplo. Quiero decir que en el momento que nos ponemos a componer y a trabajar en el disco la verdad que no pensamos en las consecuencias. Las canciones surgen en una habitación de dos por dos. En una situación muy íntima y cuando estamos metidos en la energía del estudio tratamos de mantener esa misma energía, entonces es muy difícil contemplar el qué dirán o cómo funcionará, por lo cual el riesgo está siempre implícito y la comodidad es algo que siempre se buscó evitar, porque se trata de algo que trae repetición y vicios.
—¿Les resultó difícil hacer un compilado con material de los 20 años?
—Fue complejo y arduo todo lo que fue el compilado "El grito después". Una tarea muy laboriosa que en algún punto nos hizo ver toda la historia a nosotros mismos. Es decir, ponernos en una retrospectiva. Disfrutamos mucho realizar este trabajo; había muchas canciones, lados b, cosas guardadas en los discos rígidos, había centenares de fotos y videítos, shows, perlas que queríamos compartir. La idea surgió en el momento que quisimos desarrollar un boxset que incluye CD, DVD, libro de fotos, dos videos inéditos y además el "Grandes éxitos".
—¿Cómo será el show?
—Este show, después de casi un año de no tocar en Rosario, va a ser el formato tradicional, eléctrico. Será una especie de cierre de esta gira por los 20 años que se terminó extendiendo más de dos años. Va a tener muchas sorpresas y van a estar viajando algunos músicos extras que estarán haciendo algunas versiones y, además, van a haber unos intermedios y condimentos extras del show eléctrico. Va a ser un show bastante largo, porque tenemos muchas ganas de tocar.
Hoy, a las 22, en Vorterix (Salta 3519)