La fecha 24, la tan temida y atractiva jornada de los clásicos, está a la vuelta de un fin de semana. Entre el viernes 11 y el lunes 14 se jugarán todos los clásicos y emparejamientos. Más allá de los operativos de seguridad, para nada menores, el martes se conocerán los árbitros. La primera sensación es que el plantel de árbitros no cuenta con tantos jueces a la altura de las circunstancias. Un rápido repaso a los partidos del domingo 13 genera escalofríos: Central-Newell’s, Colón-Unión, Estudiantes-Gimnasia, Lanús-Banfield y River-Boca. El sábado 12: Huracán-San Lorenzo, Independiente-Racing y San Martín-Godoy Cruz. Los demás serán duelos que fueron armados a los efectos de conformar el cronograma, salvo el caso de Vélez y Nueva Chicago, que fueron evitados justamente por razones de seguridad. A Vélez lo mandaron con Tigre y a Chicago con Argentinos Juniors. Pitana, Loustau y Herrera encabezan el pelotón de los mejores, capacitados para dirigir cualquiera de los partidos mencionados más arriba más allá de los antecedentes. Por caso, a Central no le caería simpático Pitana ni a Newell’s Loustau, pero dan la talla. ¿Y el resto? ¿Se bancarán la presión? ¿Cómo calificarán en la AFA el grado de dificultad de los partidos? River-Boca, ¿es más complejo que Central-Newell’s o Colón-Unión? Será un verdadero desafío en el que los primeros que tendrán que dar el piné serán los que toman las decisiones.