"Estamos a dos partidos de lo que queremos". En su casa, refugiado entre sus afectos y ya analizando los 90 minutos de otra forma, Walter Montoya se anima a soñar, pero poniéndoles la rúbrica a aquellas declaraciones fuertes de hace apenas unos meses, antes del inicio de la competencia en el semestre, cuando declaró que se había quedado para ser campeón. Y ese razonamiento lo hace en medio de un día especial, en el que cuando despertó, confirmó lo que quizá ya en el mismísimo Kempes intuía: que había sido la gran figura de la noche. "Me pone contento leer o escuchar esas cosas", confió el Chaqueño en diálogo con Ovación.
Ya con diarios en la mano, escuchando radio y viendo televisión, Montoya habló de la gratificación que le produjo ver que la gran mayoría coincidió en que su actuación había estado un escalón por encima del resto. "Me alegra leer eso, como también los mensajes de los amigos. Todo esto es producto del enorme sacrificio que uno hace y me parece que en la cancha eso se traduce. Igual, en esto no estoy solo, sino que tengo compañeros que hacen que uno pueda jugar cada vez mejor. Por supuesto que lo que busco es aportar siempre y ser importante para el grupo".
Antes de que comience el torneo dijiste que te habías quedado para ser campeón. Todavía estás a tiempo .
Por supuesto. Para eso me quedé y por eso lo dije. Estamos a sólo dos partidos y jugando así, con esta mentalidad, todo será más fácil y vamos a estar más cerca de la chance de lo que todos queremos. Pero igual faltan dos pasos.
Después del clásico, Coudet dijo que como cuerpo técnico se jugaba mucho contra Boca y el miércoles Ruben declaró que el triunfo se iban a dedicar al cuerpo técnico. ¿Sentían la obligación de respaldar al Chacho justo en este partido?
Siempre debemos respaldar al cuerpo técnico, tanto en las buenas como en las malas. Nosotros desde adentro de la cancha trabajamos a full al igual que durante la semana. Tal vez no se nos venían dando las cosas porque teníamos el arco cerrado. Más allá de eso nunca pensamos que le debíamos algo al entrenador. Nosotros teníamos que salir a jugar con el corazón por el técnico, pero también por nosotros porque esa es nuestra forma de pensar. Después, podés ganar o perder, pero este equipo siempre sale a querer comerse al rival. Esta vez jugamos contra un gran equipo, pero nuestra grandeza también quedó demostrada.
Ya más tranquilo, ¿qué te dejó el partido, más allá de la clasificación?
Una alegría enorme por la clasificación, pero sobre todo porque creo que hicimos un gran partido. En el primer tiempo jugamos mucho mejor y en el segundo ellos se vinieron aunque esperábamos que eso suceda. Fue el momento en el que tuvimos que tratar de aguantar y no aflojar en la concentración. Me parece que respondimos y por eso pudimos defendernos de esa manera.
¿El partido que imaginaron y siempre quisieron jugar fue el que se dio en el primer tiempo?
Totalmente. Lo que hicimos en el primer tiempo fue lo que aspiramos a realizar en los 90 minutos, pero en el segundo no podíamos dejar de correr porque si nos descuidábamos y Boca nos hacía un gol de arranque podía pasar cualquier cosa. En ese lapso del partido fueron importantísimas algunas atajadas de Sebastián (Sosa) y eso es parte de la concentración de la que hablo. Me parece que el equipo estuvo muy concentrado como te digo y ya se podía ver en el calentamiento previo, donde ya estábamos todos muy metidos. Tanto los once como los que quedan afuera e incluso no juegan son importantes cuando estamos todos juntos. Estamos a dos partidos y eso nos pone muy contentos, pero ahora hay que pensar en Independiente.
¿Este partido era un desafío aparte para vos, teniendo en cuenta de que venías de una lesión?
Y sí. Porque fue duro el tema de la lesión porque no me tocó estar en un partido importantísimo como el clásico y creo que la bronca estaba por eso. En todo ese tiempo tuve un gusto amargo, pero fue muy en lo personal. El grupo le apuntaba a este cruce con Boca porque era muy importante, sobre todo porque no se nos venían dando algunos resultados. Estábamos cerrados con el arco, como nos ocurrió con Newell's, más allá de que el equipo funcionó muy bien. Con Huracán habíamos hecho un buen partido y eso demostró que veníamos en levantada y que lo único que nos faltaba era el gol. En esta oportunidad se nos dio en las pocas situaciones que tuvimos. Siempre necesitás algo de suerte, pero el balance es general. El equipo funcionó bien.
¿La rodilla respondió bien?
Sí, bien. No tuve ninguna molestia y eso también me puso muy contento por el sacrificio que había hecho y porque sé que con la rodilla no se jode. El doctor y los kinesiólogos me ayudaron para hacer una recuperación de diez puntos, por eso pude llegar de la mejor manera a este partido.