En la actual coyuntura que vive España, no existe otro gobierno posible que el de Mariano Rajoy. Así lo cree el presidente de la comisión gestora que dirige el Partido Socialista (PSOE), Javier Fernández. Una postura que allana el camino para que el líder conservador gobierne, y supone un viraje en el socialismo, antes liderado por Pedro Sánchez.
"Se ha revelado imposible otra opción de gobierno, por lo que ahora se requiere un aterrizaje forzoso en el principio de realidad", dijo con franqueza frontal Javier Fernández en una entrevista publicada por El País.
Una semana después de la dimisión forzada de Pedro Sánchez, quien duró apenas un par de años al frente del PSOE, Fernández reveló cuál podría ser la dirección que va a seguir el partido. Sencillamente, el PSOE hará lo opuesto a lo que hasta ahora venían haciendo Sánchez, su rotundo "no" a Rajoy. Sánchez intentó vanamente una investidura y tejió un difícil vínculo con la izquierda radical de Podemos y Pablo Iglesias.
Pero esa postura era perdedora y llevaba directo a unas terceras elecciones en diciembre. Allí el PSOE simplemente hubiera colapsado, según todos los sondeos previos y las estimaciones de la propia dirigencia socialista. Sánchez era el abanderado de esta postura que llevaba a la derrota y a perder de seguro el segundo lugar, como ya había ocurrido en las recientes elecciones vascas y gallegas. Por eso la "gestora" de Fernández está dispuesta a darle más importancia que Sánchez a la gobernabilidad del país y por lo tanto a que el PSOE se abstenga en una sesión de investidura de Mariano Rajoy. Esta ceremonia tendría que producirse en las tres próximas semanas. El límite para la formación de gobierno está cercano, el próximo 31 de octubre. Si no hay acuerdo entre los partidos para entonces, España debe convocar nuevas elecciones, las terceras en el último año.
En las últimas elecciones del 26 de junio, repetición de las celebradas en diciembre, Rajoy logró 137 escaños de los 350 que tiene en Diputados. No alcanzó la mayoría absoluta, pero mejoró respecto a diciembre. Igualmente no pudo formar gobierno. Ahora lo intentará de nuevo y parece tener el éxito asegurado con el apoyo de Ciudadanos, el cuarto partido a nivel nacional, y la abstención de al menos 11 diputados del PSOE. Se estima que serán muchos más, sobre un total de 85.
Pero la desconfianza en el gobierno interino de Rajoy y en el PP hacia el PSOE no ha desaparecido. Ayer el diario ABC señalaba que "habrá gobierno en España o estarán convocadas las terceras elecciones generales". El diario conservador agregó que en La Moncloa observan con atención cada paso que va dando el PSOE, y ante la posibilidad de que los socialistas acepten absterse en una investidura la última semana de octubre, Rajoy ha empezado a preparar ya su discurso, con el que pretende hacer más digerible la abstención a los socialistas.
La designación de Javier Fernández como presidente de la "gestora", y por tanto como interlocutor del líder del PP, ha devuelto el optimismo al gobernante en funciones y a parte de su equipo. El entorno de Rajoy está claramente dividido, asegura el ABC, entre los que creen que la investidura es cuestión de días, y los que no terminan de confiar en un PSOE "roto" ni del control de la situación que pueda tener la gestora. La decisión final del PSOE la tomará el comité federal, y no todos en el PP piensan que será una abstención.
En opinión de Fernández, es el comité federal, formado por unas 300 figuras, quien debe tomar la decisión. "Una vez que no hay alternativa de izquierdas, no podemos cerrar en falso el debate sobre la abstención o incluso no tenerlo", dijo. Según cree, abstenerse "no es apoyar". "Eso es un concepto muy primario de la política. La política no es poesía, es prosa. No es sentimiento, es razón", agregó el político, quien considera esta opción como algo estratégico. "Es táctico debatir si interesa a España y al PSOE en estas condiciones ir a nuevas elecciones", dijo el jefe de la "gestora".