Las divas de todos los tiempos cobran vida para contar historias atemporales que trasladarán la platea a la época de oro del cine con "Premonición", el nuevo unipersonal de la actriz, humorista e imitadora rosarina Vanessa Squillaci. "No hay nada más terapéutico que el escenario, te puede hacer olvidar hasta un dolor de muelas", destacó la artista que subirá a escena hoy y todos los sábados de julio y agosto, a las 21.30, en la sala Nicasio Oroño (San Lorenzo 1055).
Squillaci brilló en las revistas de Manuel Cansino durante varias temporadas y en los últimos dos años se animó a incursionar en el drama con sus unipersonales "Las 5 del 50" y "Perdónanos el miedo". Esta vez, la actriz aseguró que todo surgió cuando se puso a escribir historias y luego, las asoció con grandes mujeres de la historia. "Al principio eran mujeres anónimas. En principio me sugirieron que haga a Tita Merello. Pero poco a poco empezaron a surgir, por ejemplo, una mujer fogosa y sensual, y pensé que podía ser Isabel Sarli. Después me imaginé a una cantante que se enamora de alguien más joven y se me ocurrió Libertad Lamarque, a una escritora de carácter, María Félix, la gran diva del cine mexicano. Y una mucama, y surgió Catita de Niní Marshall. Y así las divas llegaron a este show.
"Este no es un espectáculo de imitaciones como los que he hecho durante años con Manuel Cansino. La idea es que estas divas de la época de oro del cine interpreten las historias de Vanessa Squillaci", destacó sobre su show que fusiona realidad con ficción y que apunta a ser "súper dinámico".
Pero Vanessa no está sola en el escenario, ya que la acompañan virtualmente, a través de una pantalla, el actor Christian Valci y el cantante Cristian Cavalli, quienes grabaron videos ambientados en los años 50 en sepia.
"Soy una adicta al cine, debo haber reencarnado hace 50 años porque me siento muy identificada con esa época. Soy una esponja y absorbo todo de las películas. Me encantan esos modismos, la actuación exacerbada, melodramática", le contó a Escenario.
"A esta altura de mi carrera ya no digo que va a ser un drama o una comedia, digo que es un show de Vanessa Squillaci, y la gente sabe con qué se van a encontrar: te puede hacer reír, llorar, emocionar y reflexionar. Poco a poco, trato de que mi nombre sea una marca registrada", apuntó.
Expectativas. "Es un espectáculo para todo público. No hay nada que me seduzca más que estar incómoda en el escenario. Este nuevo show me genera la adrenalina de si tendré la aprobación del público", relató la actriz. Asimismo, reflexionó sobre su pasado como actor y la nueva etapa que transita: "Me siento querida y respetada tanto por el público como por mis colegas, no hay que olvidar que yo empecé como actor hombre, seguí como transformista y después de los 40 años me hice una persona trans. Con esos cambios tuve que reelaborar muchas cosas. A mí me gusta mencionar todo esto, no me gusta omitir mi condición. Está bueno decirlo para que sirva de ejemplo para nuevas generaciones". Y agregó: "No se necesitan modelos, el propio modelo lo podés armar vos mismo. Volvemos al querido Martín Fierro: «Serás lo que quieras ser o no serás nada». El deseo nos moviliza. Yo siempre sentí que quería ser actriz, es una palabra que pesa. Veinte años atrás no me hubiese animado a hacer una obra así, porque siendo un hombre vestido de mujer, quizás no hubiese tenido la seriedad para hacerlo. Si bien hace falta mucho, hay que reconocer que en los últimos diez años, las cosas han cambiado vertiginosamente". Y aseguró que "cuanto más pasan los años, mayor es el compromiso".
¿Con qué diva te identificás más? "Por una cuestión de carácter y fuerza, debo decir que con Tita Merello; porque fue una adelantada a su época, no le importó respetar el molde de la sociedad de casarse y tener hijos. Pero pagó un precio muy alto, el de la soledad. Hay una frase muy interesante que dice que «la soledad es un buen lugar para encontrarte pero no para quedarte». Yo siempre digo que hoy no hay tiempo para enamorarse porque la tecnología no te lo permite. Antes te enamorabas a la distancia, te imaginabas todo. Hoy tenés una videoconferencia y ya sabés todo de antemano. Ese virtualismo, si bien es maravilloso, también es despiadado. Y en vez de acercarnos, nos enfrió. Si te ponés a sumar la cantidad de tiempo que le dedicás a Instagram, a Facebook San Pedro te va a dar un palo por la cabeza (risas)".
Y confesó su fórmula para escribir sus obras: "Mis mejores remates han surgido en las caminatas. Es mi mejor escenario virtual". Y concluyó: "La naturaleza es muy sabia, no hay que esquivarla. Que sea siempre de adentro hacia afuera, no que el afuera siempre nos invada".