Si como declamaba Serrat (explicando, si eso fuese necesario, su amistad con el Negro Fontanarrosa), "lo importante es reírse", las noches de stand up rosarinas tienen en Standagasup, un grupo local de tres sobre el escenario que inició su camino en 2010, un interesante ejemplo de cómo la risa derriba las fronteras del prejuicio, ayuda a pensar con humor sobre eso o aquello que parece obvio y hasta alimenta la identidad de los arriba y los de abajo (de la tarima, claro). El trío estrenó su nuevo y segundo espectáculo, "Estamos todos locos", luego de "1, 2, 3... probando", con la ventaja de la experiencia acumulada, cubriendo distintos estratos de público, sin golpe bajo alguno ni obscenidades, y combinando el saber propio del género (es decir, recurrir a historias de concepción personal) con chistes, inflexiones y redundancias que terminan no solamente redondeando un show entretenido sino corroborando aquello de que la locura es generalizada.