"Gran Hermano" llegó a su fin y Luifa Galesio se dio el gusto de ser el último en apagar la luz. El participante cordobés resultó el ganador del reality emitido por América al vencer ayer a la madrugada a Ivana Icardi en una final más que previsible. El envío, que con 8.3 puntos de rating fue lo más visto de esa emisora, también marcó la despedida de Jorge Rial, quien dijo que esta fue su última temporada al aire.
A los gritos de "¡gracias gente!" y la muy poco feliz frase "¡los cago amando!", Luifa bendijo a sus seguidores cuando el reloj marcaba la 1.10 de la mañana y llovían papelitos en el estudio porteño. En una batalla Córdoba-Rosario, el carismático participante se coronó en la competencia al obtener el 60,15 % de los votos contra los 39, 85 % de la hermana de Mauro Icardi, futbolista del Inter de Milán.
La bella Yasmila fue la primera finalista eliminada con un 7.05 % de los votos, pero se quedó con el premio de un contrato para ser panelista de "Infama". Leandro alcanzó el cuarto puesto con el 13 % de los votos y obtuvo otro contrato, el del sello Universal para grabar su primer disco, un sueño cumplido para el participante tucumano.
Mauricio, quien se quedó con el tercer puesto con el 18.13% de los votos telefónicos, protagonizó el momento más emotivo. El joven lagrimeó cuando salió de la casa y se encontró con su hermano menor. Pero se quebró más al abrazar a un Rial emocionado. A Mauricio le regalaron una casa, por lo que tampoco se fue con las manos vacías luego de 99 días de encierro.
Lo más chocante de la final fue un cruce, propuesto por Gran Hermano, a quien también llamaban "super", en el que los dos finalistas cara a cara, tenían que decir por qué el otro debería perder, en cambio de defender cada uno por qué debería ganar, que hubiese sido más sano para la ocasión.
"Para mí no te lo merecés porque tuviste la posibilidad de salir, pero yo estoy acá desde el día uno", comenzó Ivana, a lo que Luifa le respondió que desde su regreso le había sacado la careta a todos, incluso a ella. "A mí no me sacaste ninguna careta. Vos tuviste que salir para ver cómo jugar", le replicó Ivana. "Son las reglas del juego y me lo merezco tanto como vos", concluyó Luifa. Y aunque quizá fue lo más picante en una ceremonia que siempre se hace extensa y tediosa, la agresión mutua en cámara resultó innecesaria.
Sin duda, la final mostró a los dos participantes más fuertes del reality, que no sólo dividieron al grupo en dos equipos, sino que lograron llegarle a los televidentes por su modo de ser. La frontalidad de ambos fue la carta más efectiva, más allá de los fans y los detractores que se colocaron a uno y otro lado del voto telefónico.
Minutos antes de la una de la mañana, Rial entró por última vez a la casa con la típica palabra "hermanitos" para comunicar la noticia más esperada. Luifa rezaba, Ivana esperaba sonriente pero nerviosa. Hasta que Rial nombró a Luifa y terminó el suspenso. Ivana abandonó la casa con un frío abrazo a su vencedor y al llegar al estudio se encontró con una sorpresa que le cambió la noche: Rial le confirmó que será panelista de uno de los programas de América —no se descarta que pueda ser "Intrusos"— y además se llevó una moto de regalo.
Luifa se despidió de Gran Hermano, apagó simbólicamente la luz de la casa, no sin antes decir "¡hija te amo!" y lanzar un grito simulando el aullido de un lobo. Tras mirar de reojo a algunos ex compañeros y abrazar a sus preferidos en el piso, el cordobés se llevó como premio $ 464.646 y una casa. Nada mal para un reality que perdió el efecto novedad de sus comienzos, pero sigue dando pelea en la pantalla chica.