Todo parece indicar que la carrera del antaño todopoderoso productor Harvey Weinstein ha llegado a su fin. Tras el escándalo de los presuntos abusos sexuales cometidos durante su carrera, Weinstein dimitió del consejo de administración de su propia productora, de la que además fue expulsado como presidente de la junta directiva. La Academia de Hollywood lo expulsó de la entidad y las asociaciones de productores (PGA) y cineastas (DGA) han iniciado procedimientos similares. Sin embargo, el famoso productor seguirá ingresando mucho dinero con las películas de The Weinstein Company (TWC) y, probablente, también con futuros proyectos. Por eso, muchos cinéfilos se preguntan si este empresario de 65 años no debería ser castigado con un boicot a sus exitosos filmes.
Más de 40 mujeres han acusado a Weinstein de acoso o abuso sexual. Varias actrices, entre ellas las reconocidas Gwyneth Paltrow y Angelina Jolie, han acusado a Weinstein de acoso, mientras que las también actrices Asia Argento y Rose McGowan sostienen que fueron violadas por él.
"Boicot a las películas de Weinstein", escribía un lector en el diario "St. Louis Post-Dispatch". Mientras, en el "Chicago Tribune", otro instaba a "boicotear total y completamente los cines de costa a costa durante un fin de semana" o incluso la semana entera. La página web "Mashable" reconoce que hay que separar el arte del artista, pero a la vez, quien quiera aportar su granito de arena contra Weinstein, "no debería ver sus películas en cines, DVD o vía Internet", aseguró.
Entre las últimas películas de la productora TWC figuran títulos como "Un camino a casa", sobre un joven indio que busca a su familia, o "Tulip Fever", con Alicia Vikander, Christoph Waltz y Judi Dench. Pero además, con su anterior productora, Miramax, Weinstein figura detrás de clásicos como "Tiempos violentos", "En busca del destino" o las sagas "Scream" y "Kill Bill". Gracias a los acuerdos sobre el reparto de beneficios, puede seguir ganando dinero con unas o con otras, aunque algunos quizá hayan quedado obsoletos. Hasta ahora, TWC no ha querido pronunciarse al respecto.
Según la revista "Vanity Fair", Harvey Weinstein sigue siendo dueño del 22 por ciento de la productora que fundó junto a su hermano, Bob Weinstein. Por lo tanto, también parte de los beneficios que obtengan la comedia "Paddington 2" o la película de terror "Polaroid", que se estrenarán en noviembre y diciembre, irán a parar a los bolsillos de Weinstein. Lo mismo sucederá con "The Current War", aplazada hasta enero de 2018. Eso sí, aspirar a algún premio será más difícil.
Mientras tanto, la sociedad de participación financiera Colony Capital se ha hecho famosa por salvar de la supuesta quiebra anunciada a TWC. No se sabe cuánto dinero han inyectado, pero después de que Amazon, Apple o Disney paralizaran sus proyectos previstos, seguramente a TWC le haya venido bien esa liquidez. Actualmente se habla incluso de una adquisición total o de un segmento importante del negocio por parte de Colony.
Bob Weinstein, por su lado, se esfuerza por distanciarse de su hermano mayor, preservar su propia reputación y mantener a flote la productora que ambos fundaron. Harvey era un "enfermo y un depravado" y, en los últimos cinco años, como mucho se vieron una "decena de veces", contó a "Vanity Fair". Dentro del sector se especula con que, en caso de adquisición, Colony abra la puerta a Bob Weinstein. Todo ello con un cambio de nombre de la productora, ya que la estela de los escándalos seguirá asociada mucho tiempo al apellido Weinstein.
TWC no forma parte de los "Big Six", los seis grandes estudios de Hollywood. Pero títulos tan exitosos como "Django sin cadenas" o "Bastardos sin gloria", de Quentin Tarantino; "El discurso del rey", con Colin Firth, o "El lado luminoso de la vida" elevaron a la productora a la categoría de "mini major". Teniendo en cuenta la cuota de mercado, TWC se sitúa en octava posición detrás de gigantes como Warner Bros., Universal, Buena Vista o 20th Century Fox.
Aún está por ver si la productora, con sede en Nueva York, será capaz de rubricar en las próximas semanas y meses contratos apetecibles tanto en el sector del cine como en el de las series de televisión. "Una de las primeras fichas de dominó de peso ha caído", escribía "Entertainment Weekly", después de que Amazon cancelara la producción de una serie con Robert de Niro, Julianne Moore y Michael Shannon. Según "Los Angeles Times", el presupuesto de las dos primeras temporadas, dirigidas por David O. Russell, ascendía a 160.000 millones de dólares.
También Apple ha optado por marcar distancias con TWC, al menos por el momento. La serie biográfica sobre Elvis Presley que tenían prevista ha sido cancelada, según informó el portal especializado "Deadline". Y Disney descartó recientemente a Harvey Weinstein como productor de la película de fantasía "Artemis Fowl", basada en las novelas del irlandés Eoin Colfer y con estreno previsto para agosto de 2019. Tras el escándalo, en sus títulos de crédito no podía figurar el apellido Weinstein.
Johannes Schmitt-Tegge
DPA