"El rey Arturo", una leyenda vertiginosa
"El rey Arturo", una leyenda vertiginosa
Calificación: ***. intérpretes: Charlie Hunnam, Astrid Bergès-Frisbey, Jude Law, Djimon Hounsou y Eric Bana. Dirección: Guy Ritchie. Género: Fantasía. Salas: Monumental, Showcase, Sunstar y Village.
Guy Ritchie lleva la leyenda del Rey Arturo a la pantalla grande con una versión que deslumbra por su ritmo vertiginoso, fiel a la impronta cinematográfica del director ex marido de Madonna.
El filme relata -de forma no cronológica y con flashbacks constantes- la historia de Arturo, cuyo padre fue asesino por su tío Vortigern para usurparle el trono. Pero cuando Arturo crece en la antigua Gran Bretaña y es obligado a extraer la espada de la piedra, su vida cambia drásticamente y se debe enfrentar su legado.
Lo cierto es que la película cautiva por su impacto visual y efectista, su inquietante banda sonora, sus luchas grandilocuentes y sus criaturas fantásticas que emergen del agua y de la Tierra. Hasta por momentos parece que fuera un trailer constante o un videoclip.
Sin embargo, ni los personajes (con un elenco encabezado por Jude Law en la piel del villano que no logra transmitir nada en todo el filme) ni la trama alcanza a estar a la altura de la parafernalia que se ve durante los 140 minutos del filme, lo cual resulta insustancial y poco atrapante.
¿Conclusión? Una película para los amantes de las luchas de masas, caballeros, magos, hechiceras y paisajes escoceses donde la fantasía se convierte en realidad de las manos de Ritchie, el encantador del séptimo arte.
Por Luciana Boglioli
"El ídolo", la voz de la venganza
Calificación: ****. Intérpretes: Tawfeek Barhom, Nadine Labaki, Ahmed Al Rokh, Hiba Attalah. Dirección: Hany Abu-Assador. Género: comedia dramática. Salas: Del Centro.
La bella voz de Mohammed Assaf contrasta con las imágenes en ruinas de Gaza, pero también es una oportunidad para redescubrir al olvidado pueblo palestino. La película narra la historia real del joven ganador del concurso Arab Idol y en el fenómeno social que se convirtió, en un contexto histórico dramático pero a partir de un relato entretenido y con el toque justo de comedia a fin de evitar cualquier golpe bajo.
Mohammed Assaf es un humilde joven palestino procedente de la Franja de Gaza que hace hasta lo imposible por llegar a la capital de Egipto para concursar en el Idol, versión árabe. La película está dividida en dos partes muy precisa. En el inicio -la Franja de Gaza, año 2000- la historia se centra en contar la vida de cuatro niños -Mohammed Assaf, su hermana y dos amigos más- que desean ser músicos profesionales, hacer música por encima de la desaprobación de la religión y la política de su país, y encima incluir en el grupo una mujer, además de obtener dinero a toda costa para poder hacerse con el equipo, y siempre bajo la sombra del conflicto bélico y atrapados entre las fronteras, aunque la cuestión política subyace como fondo del relato.
En la segunda parte, Mohammed Assaf está listo para cruzar la ruinosa y conflictiva frontera y arribar a El Cairo para poder convertirse no sólo en una estrella de la canción sino además, y sin buscarlo, en una esperanza del pueblo palestino. En su suerte en el concurso parece estar depositadas las esperanzas de miles de palestinos. Una muy buena película aunque nos traiga el recuerdo de "¿Quien quiere ser millonario?", el filme de Danny Boyle de 2008.
Por José Cavazza
"El candidato", la fábrica de políticos
Calificación: ***. Intérpretes: Diego De Paula, Alan Sabbagh, Ana Katz, Verónica Llinás, César Troncoso y Matías Singer. Dirección: Daniel Hendler. Género: Comedia. Salas: Monumental, Showcase y Village.
Martín Marchand es un empresario con ambición de trascendencia que pretende lanzarse como candidato a diputado. Con ese objetivo, convoca a un equipo de expertos en comunicación para delinear su perfil de líder. Todos convivirán durante un fin de semana en la estancia de campo del empresario, y tendrán que decidir desde el nombre del partido hasta los spots de campaña. Este es el tentador punto de partida de "El candidato", la segunda película como director de Daniel Hendler. El guión refleja un tema actual y con referencias puntuales: los candidatos prefabricados y la desideologización total de la política. Hendler explota muy bien el humor absurdo de esta situación, en un tono de comedia ácida y pausada, sin subrayados ni exageraciones. El director se detiene en las frases huecas, las propuestas disparatadas, la hipocresía de los slogans y la egolatría y el cinismo de un ricachón que se cree un actor de Hollywood. Sin embargo, sobre el final, en lugar de apostar de lleno a la comedia amarga, Hendler da un giro con elementos de thriller que no están realmente logrados y que le quitan peso al planteo inicial de la película. Para destacar queda la interpretación impecable del protagonista, Diego De Paula, que está muy bien acompañado por Alan Sabbagh, Verónica Llinás y Matías Singer.
Por Carolina Taffoni
“El hijo de Jean”, un padre asoma en la ausencia
Calificación: ****. Intérpretes: Pierre Deladonchamps, Gabriel Arcand, Catherine de Léan, Marie-Thérese Fortin, Pierre-Yves Cardinal. Dirección: Philippe Lioret. Género: Drama. Salas: Del Centro y Hoyts.
Una llamada telefónica de un desconocido puede significar encontrarse con una nueva familia. Eso le ocurre a Mathieu, un empleado parisino de clase media, casado y con un hijo, al que un día Pierre, el mejor amigo de su padre, le comunica que ese progenitor, a quien no vio en su vida, murió en Montreal. El tema es que antes de ir al funeral deberá encontrar el cuerpo, perdido en la profundidad de un lago canadiense, y esa tarea la tendrá que hacer con sus dos hermanos, a quienes tampoco conoce. Aunque parezca la trama de una comedia de enredos, Philippe Lioret (“Welcome”) plantea una historia de búsqueda de lazos familiares, en la que el drama a veces le hace un guiño al humor, pero siempre desde un relato que sensibiliza sin ser sensiblero, diferencia clave. Porque en el camino de Mathieu hacia su padre, él encontrará en Pierre una suerte de cómplice, y verá que en la familia de ese amigo descubrirá vínculos que jamás imaginó. El filme seduce desde el tratamiento narrativo, pero más aún desde el modo en que se muestran las relaciones humanas y las sintonías afectivas. Hay sutileza en algunos diálogos, un buen nivel de actuaciones en una película para no dejar pasar.
Por Pedro Squillaci