Glenn Close no anda con vueltas. Ahora es "una mujer de una cierta edad", reconocía la actriz al "New York Magazine" en vísperas de que mañana celebre su cumpleaños número 70. Por eso, encaja a la perfección en la piel de la Norma Desmond de la obra de teatro "Sunset Boulevard", que definió como "uno de los grandes personajes jamás escritos para una mujer". El papel de esta decadente diva que ahora interpreta sobre las tablas de Broadway supone un reencuentro con el personaje, al que ya dio vida hace 22 años en el aplaudido musical de Andrew Lloyd Webber. En estas dos décadas, la estrella no ha perdido un ápice de su magnetismo, su potente voz y su garra: su regreso a la meca neoyorquina del teatro, en febrero pasado, fue celebrado como triunfal.
Tal como contó en 2011, cuando recibió el Premio Donostia a su trayectoria en el Festival de San Sebastián, si tiene que elegir, "definitivamente" prefiere el teatro. "Tener al público en frente es muy emocionante, esas noches en las que conectás con la audiencia estás en lo más alto, es escalofriante", declaró.
En el clásico de Billy Wilder de 1950, Norma Desmond era una estrella caída en el olvido que anhela su gran regreso a Hollywood. Nada que ver con la Glenn Close de hoy, que pese a las muchas canas que pueblan su melena no para de ponerse ante las cámaras. Recentemente se la vio en el thriller de terror "The Girl With All The Gifts", y en breve regresa con la continuación de "Guardianes de la galaxia 2" como la jefa de la policía espacial Nova Prime. Además, este año estrenará también la adaptación de la novela de Agatha Christie "Crooked House".
Close debutó en la gran pantalla en 1982, en la adaptación del clásico de John Irving "El mundo según Garp". Brilló como la seductora y aterradora Alex Forrest de "Atracción fatal" y como la maquiavélica marquesa de Merteuil en "Relaciones peligrosas", pero también como la despiadada Cruella de Vil en "101 dálmatas". En 2008, su interpretación de la serie de televisión "Damages" le valió el Globo de Oro.
El Oscar, sin embargo, se le ha escapado hasta ahora. Cuando en 2012 fue nominada por hacerse pasar por hombre en "Albert Nobbs" era la ya sexta vez que acariciaba la estatuilla, pero al final en esa ocasión el hombrecillo dorado fue para Meryl Streep por "La dama de hierro". Dirigido por Rodrigo García, aquel drama enmarcado en la Irlanda del siglo XIX era para la actriz mucho más que un papel, porque también se implicó en el guión y la producción.
También su papel de amante de un casado Michael Douglas en el thriller psicológico "Atracción fatal" le valió una nominación a la estatuilla, además de desatar en los Estados Unidos de 1987 un caluroso debate sobre la mujer, el sexo y la fidelidad. Un año más tarde, repetía la candidatura con el drama de Stephen Frears "Relaciones peligrosas", coprotagonizado por John Malkovich y Michelle Pfeiffer, pero también se fue con las manos vacías.
Tras los éxitos de esa década en la gran pantalla, a finales de los 80 asumió un nuevo papel cuando en 1988 trajo al mundo a su única hija, Annie Maude, de la relación con su entonces pareja, el productor John Starke. En 2015 la actriz se separó de su tercer marido, el empresario de biotecnología David Shaw, con quien llevaba casada desde 2006.
Close se crió en el estado norteamericano de Connecticut, en el seno de una familia de médicos muy puritana. Cuando aún era niña, sus padres se unieron al grupo religioso Rearmamento Moral (MRA). Como adolescente, Close fue de gira mundial con la agrupación de canto de la MRA, y hasta los 22 años no se distanció de la organización.