El experimentado actor español Imanol Arias pasó por el Facebook Live de La Capital en la antesala de la presentación de su nuevo film "Retiro voluntario", de la que participa junto a Darío Grandinetti, Luis Luque, Miguel Ángel Solá y otros actores nacionales. El estreno será el próximo jueves, en el Día de la Primavera.
El romance del español con el público argentino comenzó hace décadas: en televisión fue parte de "Anillos de Oro" y en el cine fue protagonista de "Camila", una película muy recordada.
"La película es una peripecia que no se espera y que a través del humor cobra fuerza", contó Arias anoche en la entrevista realizada en el salón de directorio de La Capital, y añadió: "El humor es el ingenio que tienen los personajes para salir de la desgracia".
"No hay ninguno torpe ni se chocan contra las puertas, sino que tienen la habilidad para vivir las circunstancias de la vida, la vicisitudes con humor, no tanto con aceptación sino con humor y eso es muy universal y sobre todo es muy latino", explicó el protagonista de "Retiro voluntario".
"Resignémonos y riámonos un poco de nosotros mismos", sonrió Arias, en un esfuerzo por sintetizar con un concepto el argumento de la película, que narra, según contó, las consecuencias que tienen hoy las decisiones que toman las grandes empresas empujadas por la voracidad de la macroeconomía.
Contó detalles de sus orígenes y el inicio en el mundo del cine hasta el hecho de haber sido uno de los elegidos por el prestigioso director Pedro Almodóvar. "Haber trabajado con él es como haber jugado con (Lionel) Messi", consideró en el mano a mano.
En media hora de conversación, el español se relajó y habló también de las diferencias entre el cine y la televisión y llenó de elogios a los actores argentinos que participaron junto a él de este film, como el rosarino Grandinetti.
Desde este año, a la lista de sus trabajos se suma "Retiro voluntario", producción dirigida por el argentino Lucas Figueroa. Toma el rol de un alto ejecutivo de una multinacional española de comunicaciones que que se enfrenta a sus jefes que le piden que despida gente y tome decisiones más allá de su código ético y moral.
Como represalia, lo envían a trabajar a Argentina y allí toma una nueva oportunidad al conocer a un desconocido (Grandinetti) que, por darle mal una indicación, se convierte en su sombra y le hace la vida imposible.
"Cada vez que vengo a la Argentina, que es una sensación placentera porque es un país que lo siento muy mío desde hace mucho tiempo, pero como no vivo aquí y cada vez que vengo es como si hubiera escrito una autobiografía. Vuelven a repasarme todas las cosas del pasado, para llegar a lo que se hace con un familiar, ¿en qué estás ahora?", cuenta divertido el intérprete vasco.
"Creo que hablando de la película se pueden hablar de muchas otras cosas y la película al final termina siendo una excusa para hablar de la vida", concluyó.
La película se balancea entre la comedia dramática, el humor negro y múltiples referencias a clásicos del cine. Entre los más evidentes se destaca el momento en el que los protagonistas atraviesan la entrada de un edificio vestidos como en la película Matrix.
Y habla también del difícil momento en que un trabajador deja su trabajo: se jubila. "Los actores no tenemos ése ámbito, nuestro retiro es la falta de memoria y las piernas, porque el día que te caes y te rompes la cadera algo empieza a morirse en ti", confiesa Arias sobre ese momento tan difícil en la vida.
"Por eso yo hago 300 sentadillas al día en el rodaje y meditación y ejercito la memoria. Eso hace que el ámbito de la jubilación se aleje, y si como en este caso, en 'Retiro voluntario', que tiene mi misma edad pero una mentalidad de 40, corrre, salta, pega, conduce, se embrava, me hace estar muy vivo", finalizó.