El compromiso con la diversidad
Un hombre manipulado y perseguido por sus pares
Jason Bourne fue una de las creaciones más sobresalientes del escritor estadounidense Robert Ludlum. El personaje protagoniza de una trilogía que fue llevada al cine con los nombres "Identidad desconocida" (2002), "La supremacía Bourne" (2004) y "Bourne: el ultimátum" (2007). La serie de Bourne fue continuada por Eric Van Lustbader, quien en 2012 ya llevaba publicadas siete secuelas.
Ludlum murió el 12 de marzo de 2001 a consecuencia de las quemaduras tras un incendio en su casa de Naples, Florida, del cual no se conoce con precisión el origen dejando algunos manuscritos y resúmenes.
Eric Van Lustbader continuó a partir de 2004 con la saga iniciada por Ludlum con títulos en los que al nombre propio Bourne le sucedíeron "El legado", "La traición", "La sanción", "La decepción", "El objetivo", "El dominio", "El imperativo", "La retribución", "La ascendencia" y "El enigma", este último lanzado en 2016.
La saga con Matt Damon al frente del elenco no hizo más que crecer desde su lanzamiento. Las tres juntas recaudaron casi 1.000 millones de dólares en todo el mundo.
¿Pero quién es Bourne? Es un miembro élite de la CIA. Sufre episodios de amnesia a raíz de un incidente en una operación secreta en Europa y, mientras lucha por descubrir su identidad, se ve involucrado en una red de espionaje y manipulación de gobiernos por parte de los Estados Unidos donde será perseguido por asesinos profesionales, mercenarios paramilitares, y ex compañeros de la CIA. Aunque a veces adopten líneas argumentales diferentes, las películas reflejan lo que Ludlum intentaba transmitir: un personaje manipulado médica y psicológicamente que vuelve tras sus pasos para encontrarse a sí mismo.
29 de julio 2016 · 00:00hs
Matt Damon ha emprendido medidas para combatir la crisis de diversidad que afecta a Hollywood a través de la empresa de producción que tiene con Ben Affleck, Pearl Street Films, y la colaboración con la Iniciativa de Medios, Diversidad y Cambio Social de la Universidad del Sur de California. Affleck y Damon son los astros que más recientemente se han sumado a una meta de inclusión al igual que J.J. Abrams y Ryan Murphy.
Lo que iluminó a Damon fue la más reciente temporada de "Project Greenlight", el reality de HBO sobre la producción de películas independientes lanzado por Damon y Affleck en 2001. La temporada tocó un nervio cultural sensible el año pasado cuando mostró la producción de una película de un director blanco, Jason Mann, sobre personajes blancos y ricos titulada "The Leisure Class" (la clase ociosa).
Encima de todo eso, Damon sintió la presión por una conversación con la productora Effie Brown, quien es de raza negra, que fue incluida en el reality y fue percibida como insensible ante los problemas raciales. Damon se disculpó, pero quedó claro que el programa se había vuelto, intencionalmente o no, una representación de la mentalidad de la vieja guardia en un año en el que la falta de representación diversa en el cine era el tono dominante.
En respuesta el equipo volvió a revisar quién entró al concurso de "Project Greenlight" en Facebook, que permitía a los cineastas enviar un cortometraje de tres minutos para ser considerados para el reality. Para entrar los concursantes necesitaban una cuenta de Facebook válida, ser mayores de 18 años y no ser "directores profesionales". Tras esto habría una votación pública de los trabajos presentados, pero un panel tomaba la decisión final.
Damon asumió que su sistema dejaba el abanico más amplio para participación, pero le sorprendió el resultado: sólo 2 por ciento de los participantes eran personas de color y 8 por ciento eran mujeres, señaló.
"Eso nos impactó porque no iba con el espíritu de lo que publicamos. Era como «vengan, vengan todos», pero fueron predominantemente hombres blancos los que aparecieron y participaron", dijo Damon en una entrevista. "Esa fue una verdadera lección para nosotros". Por lo que el equipo de Pearl Street decidió que era momento de unirse con los responsables de la iniciativa, la cual incluye un estudio de la Escuela de Periodismo de California, que ha detallado la magnitud de la crisis de representación en la industria.
"Ellos dijeron «es una locura que nos hayan buscado porque los identificamos como dos de las cinco personas en la industria que pueden cambiar las cosas»", dijo Damon. "Buscábamos ideas reales, cosas prácticas que pudieran ayudar". Una idea que se quedó fue poner cláusulas en contratos para que sea una prioridad revisar todos los papeles en una película y contratar tomando en cuenta la equidad. "Puedes codificar esto, puede haber cambios demostrables", dijo Damon.
En vez de reaccionar a influencias externas, Pearl Street y varias empresas de producción en Hollywood están tratando de cambiar las cosas desde dentro del proceso creativo.
"Los actores famosos o productores que trabajan con expertos en inclusión llevan su evidencia fundamentada en datos y su experiencia a las mesas donde se toman decisiones y a los sets de producción", dijo la doctora Stacy L. Smith, directora de la Iniciativa de Medios, Diversidad y Cambio Social de Annenberg. "Puede crear la tormenta perfecta para el cambio social".
En su empresa productora Bad Robot, J.J. Abrams implementó a principios de año una política para asegurar que la gente sea contratada para empleos en el cine de manera proporcional a su representación en Estados Unidos.