Marlen Puello tenía 21 años cuando llegó a Rosario. Acá descubrió con asombro el "capitalismo, que nada más lo conocía en los libros". "Yo llegué a Argentina con 21 años, soy cubana, me formé en la Escuela Nacional de Ballet de La Habana, me gradué; estudié Licenciatura en Artes Escénicas en la Universidad de La Habana, y cuando me gradué allí me encontré con la problemática de la realidad cubana en los años 90. No era muy diferente a la de hoy, pero bueno, tenía sus matices. Era una chica con muchas inquietudes que tenía ganas de ver el mundo, que no quería estar encerrada en esa isla. A veces la metáfora de «La casa de Bernarda Alba» y el encierro me lleva a Cuba como isla, encerrada de alguna manera frente al mundo. Tenía una invitación que apareció a través de una amistad aquí, el Instituto «Isabel Taboga», para dar unas clases unos meses. Me invitaron y vine, y cuando llegué acá, a la Argentina, imaginate que choqué con el capitalismo, que nada más lo conocía en libros, no lo había visto nunca. Me encontré con una cosa totalmente diferente a lo que yo me imaginaba. Y en Rosario, la sensación que me dio cuando llegué fue «¡wow...! Cuántas cosas hay por hacer, todo lo que se puede hacer acá!». Y me metí con todo. Empecé con un pequeño estudio de ballet donde daba clases, empezaron a aparecer proyectos y propuestas y armé en el año 96 lo que fue el Cuba Ballet Rosario, una propuesta de método de enseñanza integral donde el alumno se podía formar en diferentes disciplinas y lenguajes para tener luego, cuando termine, la libertad artística de poder hacer lo que quiera con su cuerpo y su formación".