Sergio Schoklender, ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, aseguró ayer que el otrora secretario de Obras Públicas nacional José López, descubierto el martes pasado mientras intentaba ocultar cerca de nueve millones de dólares en un convento de General Rodríguez, es "uno de los hombres más poderosos del país" y fue "responsable de la ingeniería del patrimonio familiar de los Kirchner". En ese sentido, enfatizó a La Capital que "es imposible despegar" del escándalo al ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido y a la cartera de Economía, como también a "Néstor y Cristina".
"Es imposible despegar a De Vido, ya que todo lo que salía de Planificación tenía su firma, como tampoco al Ministerio de Economía, porque Obras Públicas no concretaba ningún pago. Lo propio ocurre con Néstor y Cristina: para manejar esos volúmenes de dinero existían decretos", sentenció Schoklender, quien hace cinco años denunció a López y, por ese motivo, asegura haber sido blanco de una operación de prensa que terminó con su alejamiento de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y un posterior procesamiento por el polémico plan de viviendas Sueños Compartidos.
De hecho, el juez Marcelo Martínez de Giorgi lo acaba de citar a indagatoria junto a su hermano Pablo, De Vido, López y la titular de Madres, Hebe de Bonafini, entre otros, después de comprobar que hubo un desvío de más de 200 millones de pesos con los fondos oficiales destinados a ese programa de viviendas (ver aparte).
Actualmente, Schoklender reside —de lunes a viernes— en Rosario y dirige proyectos habitacionales privados. Ya concretó emprendimientos en Las Carolinas y Roldán, entre otras ciudades y localidades de la región. "Me levanto a las 5 y, una hora después, salgo para las obras y capacito a los trabajadores", contó.
"Hay que entender que López es uno de los hombres más poderosos del país. Manejaba toda la obra pública y tanto los sindicatos como los grupos económicos le rendían pleitesía. Era responsable de la ingeniería del patrimonio familiar de los Kirchner", explicó.
Según Schoklender, tras la caída de los fondos reservados de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), considerados en su momento una caja negra clave para la política, el fallecido ex presidente "puso a López a manejar la obra pública con el fin de recaudar fondos mediante sobreprecios y licitaciones truchas y, al mismo tiempo, disciplinar a intendentes y gobernadores afines, algo que Santa Fe puede dar muestra (por su impronta opositora)".
En su denuncia, Schoklender había señalado que parte del dinero de la obra pública volvía al Estado. "El retorno inicial era del 30 por ciento y después subía con las modificaciones de precios. En realidad, eran obras que nunca se terminaban. Estimo que cerca del 50 por ciento del valor real regresaba a López y De Vido", explicó a este diario. Al respecto, agregó: "Era imposible no visualizar ese entramado. Bueno, el único que no lo vio fue el juez (federal Daniel) Rafecas, quien se sentó sobre la causa cinco años".
Además, dio su versión de la cinematográfica detención de López en el monasterio bonaerense. "Le deben haber avisado que lo iban a allanar y huyó con unas chirolas, en comparación con los millonarios fondos manejados", indicó Schoklender. Luego desestimó que el ex funcionario "vaya a convertirse en un Leonardo Fariña, un arrepentido", y no confió en que las investigaciones "avancen demasiado".
"Es algo muy delicado: además de jueces, funcionarios, legisladores, gobernadores e intendentes, hay una trama de empresas y grupos económicos que vivieron y se enriquecieron con la obra pública a través de distintos gobiernos. Van coqueteando con el poder de turno", concluyó.