El secretario de Interior de la CGT, el metalúrgico Francisco Barba Gutiérrez, reveló ayer que en ese sector de la industria hay "alrededor de 20 mil despidos y suspensiones", al tiempo que no descartó la posibilidad de un paro nacional. En ese sentido, el ex mandatario bonaerense Daniel Scioli apuntó contra el triunvirato que lleva las riendas de la central obrera y señaló que "tendría que ponerse más firme con el gobierno" en el reclamo por la recomposición del poder adquisitivo de los trabajadores.
"En lo que va del año, tenemos alrededor de 20 mil compañeros afectados por el tema de trabajo, entre suspendidos y despedidos", enfatizó Gutiérrez.
Sobre si en la CGT desestimaban una medida de fuerza, respondió: "No es que estamos para hacer un paro mañana, pero tampoco quiero descartar nada. No hay un hecho de que mañana vamos a hacer medidas de fuerza porque estamos en una negociación".
"La industria tiene aproximadamente un millón y medio de trabajadores. Si se produce una apertura (de importaciones) al estilo de la década del 90, esos puestos de empleo estarían en riesgo", manifestó.
En ese marco, el dirigente precisó: "La prioridad es el empleo, pero el trabajo no se sostiene si no hay actividad, y no hay actividad si no hay consumo, y no hay consumo si no hay salario. Es un círculo que tiene que ser virtuoso, no vicioso".
También aludió al monto del bono de fin de año acordado con el gobierno. "Quizás los 2 mil pesos no nos alcancen y pediremos un poco más. También tendrá que ver la actividad cómo está. Lo definiremos en noviembre", indicó.
"Los 2 mil pesos, además de compensar mínimamente ese desfasaje, servirían como un aporte para reactivar la economía a partir de esos recursos que se van al salario de los trabajadores, lo que significa un aporte al consumo", concluyó.
Por su parte, Scioli la emprendió contra los jefes de la central obrera. "Soy respetuoso de la CGT y de la representatividad que tiene el triunvirato que la conduce. Ahora, siento que en esta instancia tendría que ponerse más firme con el gobierno. No en los términos de discutir «paro sí, paro no» sino que se recupere el poder adquisitivo perdido".
El ex candidato presidencial del Frente para la Victoria (FpV) volvió a marcar las contradicciones entre las promesas de campaña asumidas por su entonces adversario electoral Mauricio Macri y las políticas que implementó una vez que desembarcó en la Casa Rosada.
En ese sentido, anunció que esta semana presentará un documental sobre el ballottage presidencial, a un año de aquel recordado duelo de campaña, y destacó que será a modo de "agradecimiento a la militancia" que lo acompañó en su candidatura.
Al evocar el desenlace de esa campaña, que finalmente consagró a Macri, reconoció que "el uso de la palabra cambio fue muy potente" e incidió de manera decisiva en el resultado, pero advirtió que pasado casi un año de gestión, "el cambio viene siendo un retroceso en el nivel de vida".
"Cualquier indicador que uno tome, el de la construcción, el de la industria o el del consumo, todo va para abajo", subrayó. Y agregó que "hay un millón y medio más de pobres, más de 250 mil nuevos desocupados".
"No quiero que ahora digan que es la nueva versión de la campaña del miedo, pero veo la hoja de ruta que tiene el gobierno por delante. Ya anunciaron un nuevo aumento de tarifas, el ABL, flexibilización laboral, incremento de salarios por productividad, suba de la edad jubilatoria y arancelamiento encubierto de las universidades", enumeró.
A su vez, Scioli alertó sobre los peligros del reendeudamiento impulsado por el gobierno al afirmar que "genera condicionamientos" de organismos extranjeros para aplicar un ajuste a la economía.