Las expectativas sobre los rindes de las cosechas más importantes del campo argentino se actualizaron esta semana, en base a las últimas estimaciones mensuales realizadas desde la Guía Estratégica del Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario. Según esa entidad, se colectarán 9,5 millones de toneladas de trigo, mientras que se proyectan unas 77 millones de toneladas de producción de grano grueso entre la soja y el maíz.
A su vez, sobre el final de esta semana culminó la ola de calor que tensionó al máximo los cultivos en toda la zona núcleo agropecuaria. Si bien las lluvias que cubrieron el área fueron espaciadas y no tan intensas como se esperaba, los especialistas aseguraron que las precipitaciones sirvieron para atenuar, al menos en parte, el efecto de las altas temperaturas.
El último informe de estimaciones del GEA informó que la producción triguera "mejoró sus expectativas" al pasar a 27,8 qq/ha el promedio nacional, respecto de los 27,1 qq/ha del mes pasado. Sin embargo, advirtieron, seguirá habiendo ajustes en esta cifra en la medida que avancen las labores de recolección.
El avance de la cosecha nacional se ubica en un 70 por ciento, y aún faltan por conocer los resultados de las principales regiones trigueras bonaerenses.
"Este año tuvo un extraño comportamiento pluvial y térmico. El patrón pluvial típico del invierno se extendió sobre la primera mitad de la primavera y las lluvias no llegaron al oeste, centro y norte del país. Pero este patrón benefició las zonas bonaerense, en particular al sudeste, que contó con frentes de tormentas de frecuencia casi semanal que ininterrumpidamente regaron la zona".
En general se trataron de precipitaciones moderadas y mantuvieron a los trigales creciendo sin restricciones hídricas. El régimen térmico tampoco fue a favor del centro y norte del país, y se produjeron atípicas e intensas olas de calor en pleno invierno y comienzos de primavera, y masas de aires muy frías que provocaron heladas intensas.
Estos ingresos estuvieron caracterizados por temperaturas de hasta 8 grados por debajo de cero, y persistieron más horas de lo que suelen durar estos eventos. "Las bajas temperaturas golpearon en momentos claves el oeste y norte del país, principalmente en áreas de la provincia de Córdoba y en el NOA", dijeron desde el reporte.
A pesar de que durante el mes de diciembre persistieron elevadas temperaturas y escasez de lluvias en el extremo sur y sudoeste de Buenos Aires, sólo el sudoeste bonaerense puede tener mermas de 2 a 5 quintales que afecten el potencial que se preveía.
maíz. Diciembre no ha sido bueno, pese a que la primera decena de días dejó lluvias intensas en una franja del centro de Santa Fe, y epicentros de lluvias en el sur de Córdoba y noroeste bonaerense.
Hubo acumulados moderados a escasos en el centro y norte de la región pampeana. A partir de esa fecha se ha cerrado el patrón de humedad que había cobrado fuerza en noviembre y había permitido rebatir la falta de agua que se extendía desde el invierno. Han vuelto, por lo tanto, los problemas para avanzar con las siembras de maíz. Las reservas superficiales están agotadas y son muy pocas las áreas donde continúan las siembras de segunda.
En la región núcleo el maíz de primera ya inició su período crítico con muy buenas condiciones, buenas reservas de humedad en el perfil, pero no hay pronósticos que reviertan la faltante de lluvias ni un cambio en la circulación que ponga fin al agobio.
Lo que suceda en los próximos días será capital para la historia de esta campaña 2013/14. Esta campaña, por el otro lado, tiene un nuevo componente cual es el aumento de siembras tardías. Si bien limitan el potencial productivo, diversifican el riesgo y pueden evitar que se desmoronen los números de producción ante un enero de bajas o nulas precipitaciones.
Con un 70 por ciento sembrado se mantiene la proyección del área maicera 2013/14 en 3,86 millones de hectáreas. Si se considera la superficie destinada a consumo animal y se toman los rindes promedio, se puede proyectar la producción de maíz en 22 millones de toneladas.
Soja. Respecto al cultivo estrella del campo argentino, el GEA informó que se consolida un aumento del 6 por ciento en el área destinada a la siembra de soja, con respecto al 2012/13, alcanzando la cifra de 20,7 millones de hectáreas.
En el área núcleo se implantarían 6,2 millones de ha, un millón más que en la campaña anterior. Allí es donde ha sido más significativo el crecimiento de la oleaginosa, y donde más se expresaron los problemas climáticos durante la implantación del maíz de primera.
Hay un fuerte avance en las labores de implantación, posibilitado por las lluvias de noviembre y diciembre, alcanzando al 80 por ciento de esa área de intención. "No siendo posible efectuar una estimación de rindes para el 2013/2014, por lo que se trabaja con comportamientos históricos, proyectándose la producción de soja en 55 millones de toneladas".