El sistema del transporte urbano de pasajeros de Rosario será este año un punto clave de la agenda oficial y mediática. Entre tantas aristas, el servicio es un fierro caliente porque su calidad gravita siempre en la sociedad que, volverá a mensurarlo a la hora de votar. Las frecuencias, los recorridos, las unidades, el salario de los choferes y la inseguridad a bordo desvelan a las autoridades quienes, en su afán por presentar mejoras no logran conformar a todos y hasta cometen gaffes imperdonables.
El miércoles pasado, la intendenta Mónica Fein presentó diez nuevas unidades cero kilómetro como parte del plan de renovación de la flota durante un acto que no fue del todo feliz.
Los datos oficiales buscaron contundencia. "Coches nuevos marca Volkswagen de última generación, con carrocería Metalpar, 32 asientos y un bajo desgaste en componentes, por lo tanto demandan poco costo en mantenimiento", se indicó. Sin embargo, nada se dijo sobre el piso bajo, un detalle no menor para quienes se desplazan en sillas de ruedas.
Las organizaciones de discapacitados no se hicieron esperar y le espetaron a la intendenta esa cuestión. El rostro de la jefa del Palacio de los Leones se transformó ante el cuestionamiento en pleno acto.
La actual ordenanza, que vence en septiembre, obliga a tener un 50 por ciento de coches con aquella característica insoslayable para las personas con inconvenientes motrices. Y, después de años de lucha, se llegó hoy al 40. Aunque, muchas (muchísimas) veces, esas unidades ni siquiera funcionan.
Para colmo, el nuevo pliego, que deberá aprobar el Concejo, exige que el ciento por ciento de la flota tenga acceso para discapacitados con sus sillas. Entonces, ¿era necesario incorporar ómnibus cero kilómetro sin rampas omitiendo que, en función del nuevo sistema, esos micros de altísimo costo no cumplirán una de las características que obliga el pliego que debería estar vigente en sólo siete meses? ¿No hubiese sido mejor invertir el mismo dinero en menos unidades, pero inclusivas tal como lo marca la actual ordenanza (incumplida) y la futura, que ya empieza a debatirse?
El tema destapó malestar interno incluso entre los funcionarios que tienen decisión directa en materia de servicios públicos y movilidad. Y dejó en off side a quienes estuvieron en la presentación de los coches de la Semtur esta semana en el parque Independencia.
Mientras tanto, la muerte de un chofer de la firma Rosario Bus durante un asalto in itinere se coló el jueves en la audiencia pública que entidades de diverso tipo junto a políticos (en campaña) protagonizaron en el Concejo. El presidente del cuerpo, Miguel Zamarini, disparó allí una idea de alto impacto: la necesidad de que los colectivos tengan un policía a bordo en el horario nocturno. Fue un muy buen título periodístico, pero una iniciativa evaluada como impracticable. Un golpe de efecto para otra jugada de off side.