En lo que va del año, la Secretaría de Control triplicó la cantidad de controles efectuados en el marco de la normativa que impide la venta de alcohol después de las 23. En nueve meses se efectuaron 800 fiscalizaciones a negocios del rubro, mientras que el año pasado se concretaron 266. Hasta el cierre del mes de septiembre, se labraron 126 actas y se clausuraron 4 locales por reincidencia.
Rosario cuenta desde 2004 con una ordenanza que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas después de las 23. La Dirección de Inspección lleva adelante frecuentes fiscalizaciones sobre los negocios que comercializan este tipo de productos y tienen sus puertas abiertas a la noche.
En lo que va del año, se realizaron más de 800 controles sobre almacenes, granjas, quioscos, minimercados, salones de venta y bares americanos.
La cifra de inspecciones realizadas hasta septiembre triplica a las intervenciones registradas a lo largo de 2015, a raíz de la decisión del Ejecutivo de intensificar los controles nocturno.
El secretario de Control, Gustavo Zignago, precisó que durante los controles se labraron actas a 126 locales y se procedió a la clausura de 4 comercios cuyos titulares reincidieron en la falta, es decir, volvieron a vender alcohol después de las 23 horas, tras haber sido ya sancionados con anterioridad. Las clausuras dispuestas son de entre 5 y 20 días.
Durante septiembre, la constatación de esta contravención en el Distrito Centro fue de un solo comercio, habiéndose respetado la frecuencia de los controles en meses anteriores.
Desde la Secretaría de Control también se dispuso redoblar esfuerzos en la tarea de desalentar el consumo de alcohol en espacios públicos.
"Sabemos de la conflictividad que aporta la ingesta de alcohol a la convivencia. Profundizar estos controles resguarda la salud de las personas y promueve espacios públicos más seguros", concluyó Zignago.