No aparecerán aquí aspectos no dichos sobre el asalto al Moncada, o del tanque que condujo en bahía Cochinos en persona, o de la primera conversación con el Che en la calle José Emparán en el DF mexicano. Esta es apenas una anécdota modesta que me impresionó y no he olvidado. La única que vez que fui a Cuba fue en marzo de 2004. Era un viaje de 16 días con dos amigos periodistas de Rosario, David Narciso y el Toto Verna. El 11 de marzo mientras desayunábamos en un bar de La Habana, la televisión pasaba imágenes de un atentado incierto en España. El reporte mencionaba la mayor estación de trenes de Madrid. No estaba claro qué había pasado pero parecía grave.