Más de un millón de trabajadores de empresas estatales cubanas comenzarán a pagar a partir de octubre un impuesto a la seguridad social y a los ingresos personales deducible de su salario. La disposición fue dada a conocer ayer por los medios de prensa oficiales de Cuba, un país donde la cultura tributaria no es muy extendida, las personas casi no pagaron impuestos a lo largo de 50 años y recién comenzaron a hacerlo a partir de fines de la década pasada. El sistema sumará a los empleados que ganen más de 500 pesos cubanos (unos 20 dólares) mensuales para el caso de la seguridad social y más de 2.500 pesos cubanos (100 dólares) mensuales para la tasa por ingresos personales, explicó un reporte del portal gubernamental Cubadebate.
Retenciones. La modalidad no requerirá una declaración jurada o acción por parte del trabajador pues los centros de trabajo retendrán los aportes de un 5% para la seguridad social y de manera progresiva también hasta el 5% del salario para los ingresos personales. Poco acostumbrados a pagar impuestos pues luego de la revolución de 1959 el Estado abolió la mayoría de ellos, los cubanos comenzaron a tributar sobre todo a partir de un conjunto de reformas aprobadas por el presidente Raúl Castro que abrió paso a la pequeña iniciativa privada y reorganizó el sistema fiscal. Desde 2013 entró en vigor una nueva ley tributaria que ha sido aplicada paulatinamente. Sin embargo, algunos trabajadores de sectores como la salud, la contraloría o la educación que habían recibido aumentos salariales ya pagaban el tributo a la seguridad social desde 2008. También abonaban ese impuesto aquellos vinculados a algunas empresas estatales productivas o los que laboran vinculados con firmas extranjeras.
Guillermo Sarmiento, director de Organización del Trabajo y los Salarios del Ministerio de Trabajo, aseguró a Cubadebate que la actualización tributaria va acompañada de una mejora salarial que en algunas empresas estatales asciende a los 1.000 pesos cubanos (40 dólares).
El código, publicado recientemente, constituye la primera tributación integral en Cuba desde que la revolución de 1959 abolió casi todos los impuestos. En la década de 1990 después de la caída de la Unión Soviética, principal benefactor del país, el gobierno cubano impuso algunos impuestos dispersos, pero en buena parte prefirió mantener los salarios bajos para poder financiar servicios sociales gratuitos. Las reformas de libre mercado del gobierno introducidas en los últimos dos años fueron diseñadas para fomentar las pequeñas empresas, la agricultura privada y la iniciativa individual, junto con los planes para pagar más a los trabajadores estatales. Bajo el nuevo código tributario el Estado espera obtener su parte de las ganancias.
El nuevo código abarca 19 impuestos, incluyendo ámbitos como las herencias, el medio ambiente, las ventas, el transporte y la explotación agrícola, distintos pagos de licencias y tres contribuciones, incluida la seguridad social. Un impuesto sobre la renta de escala decreciente —que va del 15% para los ingresos superiores a 10.000 pesos (unos 400 dólares) al año, al 50% de los ingresos de más de 50.000 pesos (unos 2.000 dólares)— adoptado en 1994, se mantiene en el nuevo código para los autoempleados, las pequeñas empresas y explotaciones agrícolas, pero también incluye una serie de nuevas deducciones para incentivar su trabajo.
Deduciones fiscales. Por ejemplo, los agricultores pueden deducir hasta el 70% de los ingresos como costos, y los pequeños empresarios —que tributan por ingresos y no ganancias— hasta un 40%, más varios cargos e impuestos secundarios que pagan. Un impuesto sobre el trabajo de un 20% se reducirá gradualmente al 5% para el 2017, y las pequeñas empresas con cinco empleados o menos estarán exentas. Eventualmente todos los trabajadores pagarán impuestos sobre la renta, así como un nuevo impuesto sobre la propiedad de un 2%, pero ambas medidas están suspendidas hasta que "las condiciones permitan" que entren en vigor.