El presidente de Colombia Juan Manuel Santos fue galardonado ayer con el premio Nobel de la Paz por encaminar un acuerdo de paz firmado con las Farc, un reconocimiento tras el cual ambas partes anunciaron que discutirán "ajustes" al pacto, que fue rechazado en un plebiscito. "Esperamos que esto aliente todas las buenas iniciativas y a todos los actores que podrían tener un papel decisivo en el proceso de paz y aportará finalmente la paz a Colombia después de décadas de guerra", declaró la presidenta del Comité Nobel noruego, Kaci Kullmann Five.
Tras el anuncio, desde La Habana, sede de las negociaciones de paz que se extendieron durante casi cuatro años, el gobierno colombiano y las Farc acordaron mantener la tregua y discutir "propuestas de ajuste" al pacto, rechazado sorpresivamente en el plebiscito del domingo. "Reiteramos el compromiso asumido" por las partes "de mantener el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo decretado el 29 de agosto", explicó el comunicado conjunto. "Agradezco infinitamente y de todo corazón esta honrosa distinción. La recibo, no a nombre mío, sino a nombre de todos los colombianos, en especial a las millones de víctimas que dejó este conflicto que hemos sufrido a lo largo de más de 50 años. Colombianos, este premio es de ustedes", dijo Santos, de 65 años, en una comparecencia televisada.
Si bien el proceso de paz colombiano era uno de los favoritos para recibir el Nobel este año, las expectativas se habían enfriado después de que en el referéndum del domingo el 50,21% de los votantes rechazara el acuerdo con las Farc Aun así, el Comité del Nobel optó finalmente por reconocerlo para "alentar a todos aquellos que están luchando para conseguir la paz, la reconciliación y la justicia en Colombia". "El presidente ha dicho que va a seguir trabajando en aras de la paz hasta su último día de mandato. Esperamos que el premio le dé más fortaleza" y que en los próximos años el pueblo colombiano vea los frutos de ese proceso, dijo Kullman Five.
Santos, que se enteró de la noticia cuando lo despertó su hijo Martín de madrugada para contárselo, aseguró que será "un gran estímulo para alcanzar ese fin y para empezar la construcción de la paz en Colombia". Tanto en su mensaje televisado como en la entrevista concedida al Comité Nobel, el mandatario insistió en lo cerca que se está de conseguir la paz. "Gracias a Dios, la paz está cerca. La paz es posible. Es la hora de la paz. Juntos, como nación, lograremos construirla. Los invito a todos que unamos nuestras fuerzas, nuestras mentes y nuestros corazones en este gran propósito nacional para que así todos ganemos el más importante premio: la paz de Colombia", agregó en su comparecencia.
Antiguos halcones convertidos en palomas, Santos y el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", firmaron el 26 de septiembre un acuerdo histórico para poner fin a un conflicto de más de medio siglo. Contra todo pronóstico, el pueblo colombiano rechazó el acuerdo en un referéndum el domingo, reclamando entre otras medidas que los guerrilleros desmovilizados no puedan participar en la vida política y que vayan a la cárcel, en lugar de beneficiarse de penas alternativas.
El máximo líder de la guerrilla de las Farc felicitó ayer a Santos y afirmó que en su caso solo aspira al premio de la paz con justicia social. "El único premio al que aspiramos es de la #PazConJusticiaSocial para #Colombia sin paramilitarismo, sin retaliaciones ni mentiras #PazALaCalle", escribió en Twitter Rodrigo Londoño, más conocido con los alias de "Timochenko" y "Timoleón Jiménez". Posteriormente, felicitó en otro mensaje a Santos, así como a los países que actuaron como garantes y acompañantes del proceso de paz, Cuba, Noruega, Venezuela y Chile, sin los cuales, afirmó, "sería imposible la paz". El principal opositor al acuerdo de paz y líder de la campana por el «no» en el plebiscito, el ex presidente Alvaro Uribe, felicitó asimismo a su sucesor y adversario y le deseó "que conduzca a cambiar acuerdos dañinos para la democracia".
Peligro real. Según el texto del Comité Nobel, "existe un peligro real de que el proceso de paz se interrumpa y de que la guerra civil se reanude", lo que hace "todavía más urgente el respeto del alto el fuego por las partes". El fracaso del referéndum obligó a Bogotá y a la guerrilla a reanudar sus negociaciones, a las que el Comité Nobel dio ayer un espaldarazo con el peso simbólico del premio. "El hecho de que una mayoría de votantes dijera «no» al acuerdo de paz no significa necesariamente que el proceso de paz esté muerto", argumentó el comité. "El referéndum no era una votación a favor o en contra de la paz", agregó.
El gobierno y las Farc acordaron ayer en La Habana abrir una nueva etapa de discusiones sobre la base de las objeciones presentadas al acuerdo de paz. "En el marco de las facultades presidenciales que otorga la Constitución Política es conveniente que sigamos escuchando, en un proceso rápido y eficaz, a los diferentes sectores de la sociedad para entender sus preocupaciones y definir prontamente una salida" de la situación creada tras el plebiscito, dijeron en un comunicado conjunto. Los cinco puntos del pronunciamiento fueron leídos en La Habana por los jefes negociadores del gobierno, Humberto de la Calle, y de las Farc, Iván Márquez. Las partes convinieron también mantener el cese el fuego bilateral.
Aunque hace apenas unos días aseguraba no buscar el Nobel, la recompensa fortalece al presidente en su búsqueda de una reconciliación de Colombia, azotada por décadas de violencia de guerrillas, paramilitares y fuerzas estatales que han causado 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados. El premio, que consiste en una medalla de oro, un diploma y un cheque de ocho millones de coronas suecas (unos 950.00 dólares), le será entregado en Oslo el 10 de diciembre.