La Casa Blanca acusó al presidente ruso Vladimir Putin de estar detrás de los ataques informáticos que interfirieron en las elecciones estadounidenses y prometió represalias, una denuncia que Moscú calificó como "indecente". Al informar sobre represalias contra Rusia tras atribuirle responsabilidad directa en los ciberataques electorales, Washington elevó aún más la tensión existente entre las dos potencias nucleares. Durante la conferencia de fin de año celebrada ayer, el presidente Barack Obama dijo que habló directamente la cuestión con Putin al margen del encuentro de jefes de Estado del G-20 realizado en septiembre de este año en China. Afirmó que le dijo a Putin que "termine o va a haber serias consecuencias si no lo hace". Asimismo, defendió el modo en que su administración manejó la brecha de seguridad, al afirmar que fue manejado "de la manera en que debió haberse manejado".