El gobierno de México concedió la extradición del líder narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán a Estados Unidos, una decisión que la defensa del capo anunció que combatirá y que podría demorar hasta tres años el envío al país vecino del norte. La Cancillería mexicana informó ayer en un comunicado que el gobierno estadounidense dio garantías de que el capo no enfrentará pena de muerte, una condición de México para extraditar a uno de sus ciudadanos. La defensa de Guzmán tiene aún 30 días para poder iniciar un juicio de amparo contra la extradición, algo que su abogado dijo que hará a la brevedad. El propio Guzmán, considerado el líder del cártel de Sinaloa, fue notificado de la decisión de México en el penal en el norte de México donde permanece recluido, señaló la Cancillería.
El capo fue repentinamente transferido a la cárcel en Ciudad Juárez, cerca de la frontera con Estados Unidos, en un movimiento que el gobierno dijo tenía que ver con nuevas obras para fortalecer la seguridad en la prisión donde se encontraba, cerca de la capital mexicana. Guzmán enfrenta dos procesos de extradición para ser procesado en Texas y California. por narcotráfico y lavado de dinero.
El juicio de amparo al que tiene derecho "El Chapo" puede hacer que pasen años antes de que la Justicia resuelva si finalmente es enviado a Estados Unidos o no. En ocasiones, los procesos de extradición llegan hasta la Suprema Corte. José Refugio Rodríguez, abogado del capo, dijo que ya anticipaban que la Cancillería avalaría la entrega y que su cliente está "tranquilo" porque aún pueden acudir a la Justicia. "El sabe y está consciente que la verdadera batalla contra la resolución de extradición se va a librar en un juicio de amparo", dijo el abogado. Estimó que el juicio podría tardar de entre uno y tres años.
El proceso puede acelerarse si Guzmán accede a ser extraditado. Su equipo de abogados había dicho que buscaría negociar con las autoridades estadounidenses beneficios carcelarios y judiciales para su defendido. El proceso se inició después de la recaptura de Guzmán en enero y desde entonces la defensa presentó varios amparos para tratar de frenar el trámite. Pese a ello, dos jueces federales declararon procedente la extradición y remitieron sus fallos a la Cancillería, que fue la responsable de tomar la decisión final. Aunque sólo se presentaron dos procesos de extradición, Guzmán enfrenta acusaciones de siete fiscalías federales en Estados Unidos, incluidas las de Chicago, Nueva York, Miami y San Diego.
El líder narco, que aún no terminó de cumplir condenas que suman 20 años y nueve meses de prisión en México pero igual puede ser extraditado, es requerido por dos cortes federales estadounidenses. La extradición fue concedida para que sea procesado en Texas por asociación delictiva, narcotráfico, delincuencia organizada, posesión de armas, homicidio y lavado de dinero, y en California por asociación para importar y poseer cocaína con la intención de distribuirla.
En Texas existe la pena de muerte por homicidio, pero Estados Unidos tuvo que comprometerse a que no se le aplicará a Guzmán, de acuerdo a las normas de la Constitución mexicana. "El gobierno estadounidense proporcionó las garantías suficientes de que no se aplicará la pena de muerte al señor Guzmán Loera, en caso de ser extraditado y juzgado en ese país", indicó el gobierno mexicano. Finalmente la extradición se hará efectiva una vez que se hayan agotado los recursos de la defensa.
Guzmán tiene 59 años, según la fecha de nacimiento de su ficha de Interpol (4 de abril de 1957), y 61 según la ficha del Departamento de Estado (25 de diciembre de 1954).